Duhalde prometió estudiar una reducción de la presión fiscal

El presidente recibió el jueves a las entidades del campo, que reclamaron por IVA y Ganancias

El presidente Eduardo Duhalde se comprometió esta semana a analizar con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, la posibilidad de adoptar un esquema alternativo para atenuar los efectos del impuesto a las Ganancias y del IVA para la compraventa de granos sobre la producción agropecuaria.
Asimismo, admitió la necesidad de flexibilizar el programa de refinanciación de pasivos agropecuarios elaborado por el Banco de la Nación, para lo cual se reunirán la semana próxima los titulares de las entidades del campo con el presidente de banco estatal, Horacio Pericoli.
El jefe del Estado formuló los anuncios durante el encuentro que el jueves por la tarde mantuvo con los dirigentes agropecuarios en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno del cual participaron también el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, y el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Haroldo Lebed.
La cuestión impositiva era el punto central de los reclamos planteados por los dirigentes "en atención a los efectos que una carga tributaria irracional puede tener sobre la actividad productiva", señaló el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Manuel Cabanellas, al término del encuentro.
El presidente Duhalde "prometió volver a recibirnos la semana próxima, al regreso de su viaje a Europa, para darnos una respuesta", afirmó el dirigente.
"Nos dijo que ordenará a sus ministros que estudien alternativas para tomar una resolución a su regreso", completó el presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Mario Raiteri.
Por su parte, el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, anticipó que en la reunión con el titular del Banco Nación, acordada para el martes próximo, "se discutirá la flexibilización del programa de refinanciación de deudas, de modo que los productores puedan seguir trabajando en el campo, sin verse obligados a emigrar por el quebranto de sus explotaciones".
La discusión por el tema impositivo se arrastra desde los últimos meses de 2002 y determinó que 26 entidades de la agroindustria organizaran, en la primera semana de marzo pasado, un paro de comercialización de granos en todo el país que paralizó los mercados del sector.
Los productores propusieron una fórmula alternativa para reajustar por inflación el valor de las existencias que tenían antes de la devaluación a fin de evitar el pago de "ganancias ficticias".
También reclamaron elevar del 10,5 al 16% el IVA granos para evitar la acumulación de saldos impositivos favorables que al resultar incobrables, por la crónica demora de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), se tornan en una carga impositiva adicional.
Los pedidos de los agropecuarios encontraron eco en la Secretaría de Agricultura y el Ministerio de la Producción pero chocaron con la cerrada negativa del Ministerio de Economía. En ese convencimiento los dirigentes volvieron a la carga con sus argumentos, pero se mostraron sorprendidos cuando al promediar su exposiciones el jefe del Estado alegó desconocer la naturaleza del problema.

El presidente recibió a los representantes del agro.