"El proyecto Scalabrini Ortiz es uno de los primeros que vamos a ejecutar apenas veamos mejores aires". La aseveración la hizo ayer el vicepresidente de Irsa (Inversiones y Representaciones SA), Marcelo Mindlin, que tiene proyectado la construcción de un complejo urbanístico en la zona norte de Rosario. El empresario dijo una y otra vez que estas obras están atadas a la estabilización política y la reactivación económica. "Sin dudas vamos a hacer la obra, sólo estamos esperando que se afiancen las instituciones políticas y haya un plan que levante la actividad económica del país. Esperamos las medidas económicas del próximo gobierno", afirmó.
Mindlin estuvo en la ciudad invitado por las fundaciones Nueva Generación Argentina y Conciencia Rosario para debatir un plan de acción social que tienda a lograr la reforma política del país. Así, escoltado por los referentes de las entidades, Diego Sueiras y Graciela Falabella, respectivamente, compartió un desayuno de trabajo con empresarios y dirigentes locales de distintas organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, no desaprovechó la oportunidad para hablar sobre el ambicioso proyecto del complejo Scalabrini Ortiz. Sin medias tintas, el empresario aseguró a La Capital que la suerte del mismo dependerá directamente de los resultados de las elecciones presidenciales, que se realizarán este mes.
"No tenemos cronograma de obras, pero cuando veamos que asuma un presidente votado por la gente, con un mandato claro para cuatro años, decisión de enfrentar los problemas y que eso se traduzca en reactivación económica, entonces estaremos en condiciones de empezar y terminar el complejo en dos años", aseveró Mindlin.
El vicepresidente de Irsa añadió: "Tuvimos que frenar el emprendimiento por la gran crisis social, económica, comercial y financiera del país. No tenía ningún sentido hacer un shopping sin comerciantes, porque sin negocios se transformaría en un shopping fantasma".
De este modo, destacó que la reactivación económica debe llegar a las firmas y negocios de diversos rubros que pueblan los grandes centros de compra. "Los comerciantes tuvieron un quiebre de crédito tan fenomenal que no sólo no tenían plata para decorar los locales, sino que ni siquiera podían tener stock", argumentó.
Mindlin insistió en que el proyecto es prioritario para el grupo Irsa y agradeció "a la comunidad rosarina y santafesina" por la comprensión hacia la firma que en más de una oportunidad anunció el inicio de los trabajos y luego los suspendió.
"El proyecto Rosario muy importante. Tenemos la estrategia de replicar nuestros shoppings centers de la Capital Federal y Gran Buenos Aires en el interior del país. Por eso compramos el terreno, tenemos los proyectos, pero lamentablemente se produjo la gran crisis argentina", acotó.
El grupo Irsa, a través de una de sus empresas (Alto Palermo SA), controla cinco shopping en Capital Federal, uno en Avellaneda y otros dos en Mendoza y Salta.
Demoras sucesivas
El proyecto del parque Scalabrini Ortiz nació en el año 98. El entonces gobierno del presidente Carlos Menem vendió a través de una licitación las tierras que pertenecían al viejo Ferrocarril Argentino, en la zona norte de Rosario, con la obligación del comprador de realizar allí un complejo urbanístico. El predio de Junín y Francia ocupa 51 hectáreas, de las cuales Irsa -el grupo ganador- cedió gratuitamente 15 al municipio para realizar un parque y otras 7 se destinaron a obras viales. Así, la obligación del consorcio empresario era ensanchar Junín, entre Francia y Avellaneda; y ejecutar la doble traza de la avenida Oscar Monhsfled (ex Sabín), obras que ya se realizaron.
En en el resto de las tierras Irsa tiene proyectado un hipermercado (en sociedad con Coto), multicines, centro comercial con más de doscientos locales, y dos museos, uno de ciencia y otro ferroviario. Además están en los planes nueve torres habitacionales con 1.200 departamentos.
En tiempos de la convertibilidad se estimaba que las obras del complejo demandarían una inversión superior a los 200 millones de dólares.
Así, en diciembre de 2000, la empresa anunció que en 15 días comenzaban las obras del complejo, pero eso nunca sucedió. Luego este diario dio cuenta de que el shopping y el hipermercado se podrían inaugurar en el 2004 y las viviendas en julio del 2006, pero este cronograma también se abortó.
Ahora, si las condiciones económicas y políticas se encarrillan, de acuerdo a lo que señaló Mindlin, es probable que finalmente las obras se inicien a fin de este año. Y si así fuera, recién en el 2006 el complejo podría estar habilitado. Mientras tanto, el cartel "Próximamente Alto Rosario", continúa solitario en el predio de Junín, Francia y Avellaneda.