El conflicto bélico entre Estados Unidos e Irak ha comenzado a hacerse sentir en la economía mundial. Los mercados han reaccionado en forma negativa y se hace cada vez más ostensible la preocupación ante la posibilidad -muy concreta, por cierto- de que la guerra sea prolongada. De hecho, las optimistas previsiones de los generales americanos, que imaginaban una guerra corta y quirúrgica, se han hecho trizas al compás de la feroz resistencia iraquí.
Para los inversores la actual situación es sinónimo de más incertidumbre durante más tiempo, lo que conlleva a un mayor desaceleramiento de la economía. Ese es otro punto clave: la actividad económica mundial no está, precisamente, en un momento floreciente. Y es evidente que los mercados no han podido escapar a la lógica de la guerra y están pendientes de cada detalle que les permita avizorar el desarrollo futuro de la contienda.
Paralelamente, el petróleo alcanzó su precio más alto en dos semanas y podría seguir subiendo al compás de los bombardeos y las muertes. En ese caso puntual, hay otro elemento que altera el mercado: Nigeria, otro importante productor de crudo, soporta fuertes episodios de violencia internos. Esta suba en la cotización del petróleo hace presumir, además, meses de fuerte consumo y recomposición de reservas en el segundo semestre de 2003 de parte de países con mucha demanda.
La Argentina, con una estructura cuya fragilidad es ostensible a los vaivenes económicos globales, no podrá permanecer indemne si la zozobra se generaliza. Los analistas creen que el sector exportador podría verse seriamente afectado por un eventual cimbronazo en Brasil, que recibe el 20 por ciento de las ventas al exterior. Brasil necesita este año fuerte financiamiento externo para cumplir con sus obligaciones, lo cual podría verse comprometido en un escenario de recesión mundial. En ese contexto, los bienes de exportación más afectados serían los cereales.
En Estados Unidos se sienten los primeros efectos. En marzo cayó la actividad manufacturera, lo que podría estar marcando la proximidad de un período de contracción.
Sin embargo, pese al pesimismo y mal humor actual, en Wall Street dejan abierto un resquicio al optimismo. Sostienen que la Bolsa podría tener un efecto rebote apenas surjan indicios de que la guerra esté próxima a concluir. Obviamente, con un resultado que favorezca a los Estados Unidos.
1916: Yrigoyen presidente
Obtiene la presidencia de la Nación Hipólito Yrigoyen a través de los primeros comicios con voto universal, obligatorio y secreto que impuso la llamada ley Sáenz Peña. Votaron 1.188.904 de los 7 millones 704.383 habitantes de todo el país. Es decir, sólo el 15 por ciento. La UCR obtuvo 339.332 votos, seguido del PDP con algo más de cien mil sufragios.