Francisco Pérez
La tarde está muy soleada y la temperatura bastante agradable. La limosina se detiene y el portón de la residencia de Biscayne Bay se abre. Lo primero que salta a la vista es un árbol inmenso y, a un lado de él, una pequeña propiedad a donde nos dirigen. Es el estudio de grabación y casa de Ricky Martin, quien está esperando para dar la entrevista antes de su viaje a Buenos Aires, adonde llegó para grabar un videoclip sobre uno de los temas de "Almas del silencio", su nuevo álbum. Quiere hablar de música y evitar su vida privada, aunque no puede y reconoce que la prensa amarillista le ha causado mucho dolor. Después de cinco años de no grabar un disco en español, Ricky vuelve con esta producción en la que tiene temas de Juanes, Emilio Estefan, Alejandro Sanz, Ricardo Arjona, Estéfano, y uno escrito por él mismo. Hay muchas baladas de amor y reflexión en este disco, pero también hay fiesta, de hecho en Europa el primer tema a promocionar será "Besos de fuego", una canción explosiva y muy bailable, escrita por el colombiano Juan Zambrano y Yamil Marufo, autor de "La Bomba". "En esta casa ya tengo como dos años. Antes vivía aquí a tres cuadras, pero como cerca estaba el estacionamiento de un hospital, los paparazzos no dejaban de molestar. Se la pasaban horas y horas ahí tomando fotos de mi casa", cuenta Ricky orgulloso de sus posesiones. "Ahora es menos, aunque algunos todavía detienen sus lanchas aquí enfrente, pero eso ya es más obvio, porque está claro que no son pescadores, esta zona no es para pescar. Lo cierto es que se cansaron, sabes, como no tienen nada malo que contar, lo único que podrían decir es que a veces hago un asado con mis amigos, pero eso no vende. Lo que quieren decir es: «Vimos a Ricky Martin desnudo en la azotea de su casa», o «Vimos a Ricky besándose con fulana de tal», o «lo vimos haciendo el amor en una playa», porque todo es con el sexo, ¿eh?, pero en mi caso no tienen nada que decir", explica Martin, quien tiene por vecinos a Jennifer Lopez, Shakira y Gloria Estefan. Vestido con jeans azules, una camisa negra pegada al cuerpo y con nuevo corte de cabello, el boricua explica las causas por las que decidió alejarse del medio musical por espacio de dos años. "Después de «Livin: la vida loca» todo fue tan eufórico, sabes, era la locura total. Le di la vuelta al mundo como seis veces con conciertos y giras promocionales. Yo creo que era momento de parar un poco y canalizar mis emociones. Era necesario salir un poco de la foto para poder ver la foto y analizar bien con qué me quería quedar y qué quería soltar", confiesa. "Aparte puse mi estudio aquí en mi casa y me puse a trabajar. Trabajé un año completo en mi disco en inglés, porque mi compañía disquera me lo pidió, y sí, escribí 22 canciones, pero de repente pensé: «¿Qué estoy haciendo?, ¿dónde están mis comienzos? No puede salir un disco mío a menos que sea en español, tengo que volver a lo que soy, a lo que palpo, a lo que corre por mis venas», y así fue, además creo que hay una industria maravillosa a la que hay que apoyar y que ahora está un poco olvidada", comenta. A lo largo de la entrevista Ricky Martin se mantiene sencillo, con los pies en la tierra, charla como cualquier persona normal a pesar de que ha vendido más de 50 millones de discos en todo el mundo. Habla con entusiasmo de su disco, de su fundación People for Children, de las causas de caridad en las que ha participado, entre ellas con la Fundación Sabera, encabezada por Melanie Griffith y Penélope Cruz; también comenta sus viajes a la India y su amistad con el Dalai Lama, pero en lo que se refiere a su vida personal se mantiene bastante hermético. "Me encantan los niños y quiero tener una familia bien grande, quiero tener muchos hijos corriendo por aquí. No sé para cuándo, eso viene con calma... quiero tener los hijos que mi mujer pueda, los que mi mujer quiera, esto no será una dictadura", dice entre risas. Ante la pregunta de qué falta para formar esa familia, responde: "Nada, no falta nada, yo estoy muy bien. Mira, no sé si te has dado cuenta, pero cuando se habla de mí soy hermético. Yo creo que mi intimidad es muy mía y es algo serio, muy delicado porque es lo que vives, lo que sientes, y eso yo me lo tomo muy en serio". "A mí me han herido muchísimo. Al principio de mi carrera los periodistas amarillistas me hacían daño y yo quería que todo fuera bonito y maravilloso, pero mira, Dios es Dios y no le cae bien a todo el mundo. Lo que pasa es que ellos no piensan que yo siento, padezco, que soy un ser humano que vive, duerme y puede sufrir. Yo tengo una madre, un padre y unas sobrinas que van al colegio, y no me afectan a mí, afectan a todas estas personas que están a mi alrededor y que son las que amo", recuerda. Ante la salida de "Almas del silencio", Ricky menciona que siempre existe el temor al fracaso, aunque está muy satisfecho con todo lo que ha logrado hasta ahora. "¿Quién no le tiene temor al fracaso? Pero mira, con calma y tiempo sé que llegaremos muy lejos. Además yo estoy bien satisfecho con lo que he logrado en esta carrera. Hemos podido abrir el camino no sólo para mí, sino para muchos artistas; hemos podido romper barreras a nivel idioma, hemos podido educar a un mundo de lo que es la cultura latina... y digo «hemos» porque ha sido un trabajo de equipo", sostiene. "Yo me puedo dormir tranquilo, lo que he hecho es parte de la historia musical del mundo, y con mucha humildad te digo que mi nombre no va a morir porque hemos hecho muchas cosas, pero bueno, seguimos vivos y hay que seguir luchando", dice Ricky antes de dar por terminada la entrevista.
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