La mitad de la población carcelaria de la subcomisaría 20a, unos 14 detenidos, debió ser atendida por los médicos policiales a causa de un cuadro de gastroenteritis que provocó diarreas y vómitos. Los internos recibieron medicación para superar el cuadro que presentaban y ayer experimentaron una recuperación, indicaron voceros policiales.
Los síntomas que alertaron a los jefes de la seccional los presentaron "entre 12 y 14" detenidos, la mitad de los que aloja la seccional de San Martín al 6200, con capacidad para sólo 10 personas.
Los detenidos fueron revisados y atendidos por médicos de la delegación sur de Medicina Legal, que les diagnosticaron gastroenterocolitis, por lo que recibieron medicación, indicaron voceros policiales. El jefe de la seccional, comisario Gabriel Acurso, señaló que ayer los detenidos fueron nuevamente revisados por los médicos policiales, quienes indicaron en su informe que se encontraban en evolución, aunque debían seguir con la medicación prescripta.
Los voceros policiales señalaron que el cuadro podría haberse originado en alguno de los alimentos que consumieron los detenidos. Las raciones que llegan a la seccional son las provistas por la jefatura de policía, a las que se suman los alimentos que llevan los familiares los días de visita.
El agua, en cuestión
Precisamente por la cantidad de internos afectados, dirigentes de la Coordinadora de Trabajo Carcelario relativizaron que el cuadro se hubiese originado en los alimentos llevados por sus familiares. Sostuvieron, en cambio, que la afección se debió a la calidad del agua que consumen los detenidos y afirmaron que se habrían tomado muestras para evaluarla. Subrayaron, a su vez, que los afectados por la gastroenterocolitis fueron todos los detenidos y que uno de ellos debió ser internado por que presentaba un cuadro de deshidratación.
Voceros de la subcomisaría 20a confirmaron que uno de los detenidos se encuentra efectivamente internado en el Hospital Roque Sáenz Peña, aunque afirmaron que se debía a que padecía "dolores de cabeza".
Los dirigentes de la Coordinadora indicaron que no es la primera vez que los internos de una comisaría presentan un cuadro de descompensaciones a causa del agua que consumen.