Bagdad/El Cairo. - "Cuando termine de reconstruirse el edificio del partido Baas, llegará la próxima guerra", afirma un refrán que repiten los iraquíes después de los ataques aéreos contra Bagdad encabezados por Estados Unidos y Gran Bretaña en diciembre de 1998.
Sin embargo, cuando los aliados volvieron a bombardear el enorme edificio neoclásico el fin de semana pasado, las grúas seguían sobre el edificio, que es, al igual que los palacios presidenciales, uno de los símbolos de la dictadura de partido de Saddam Hussein.
Los líderes del partido gobernante no tienen sin embargo tiempo ahora para preocuparse por su cuartel general, ya que las fieles tropas terrestres del régimen deben organizar la "resistencia del pueblo iraquí".
Meses antes de que comenzara la guerra, los dirigentes comenzaron a repartir armas entre los miembros del partido Baas que, en tiempos de paz, se dedican en los pueblos y los barrios de las ciudades -junto a distintos servicios secretos- a espiar y a detectar posibles sentimientos contrarios al régimen.
La idea es evitar posibles levantamientos contra Saddam. Bajo el mando oficial del partido también están las fuerzas paramilitares de los Fedayín de Saddam.
"Hay que borrarlos de Basora"
El edificio partidario de Baas en Basora también cayó bajo fuego aliado esta semana. Este recinto es protegido como si fuera la sede de una fuerza de ocupación incluso en tiempos de paz, ya que en el sur, mayoritariamente shiíta, la base de poder del partido, dominado por musulmanes sunnitas, no es tan sólida como en el centro de Irak.
La efectividad con que los miembros del partido Baas realizan su tarea fue explicada en una entrevista por el coronel británico Chris Vernon. Para lograr que Basora quede bajo control aliado, es necesario "borrar" al partido Baas y a los combatientes irregulares que luchan bajo sus órdenes, explicó.
Los miembros del partido Baas aprendieron de su derrota en la guerra del Golfo de 1991. Desde el punto de vista de Saddam Hussein, en ese entonces fallaron estrepitosamente en combatir las revueltas de los shiítas y kurdos en el norte y sur del país. Algunos miembros de la cúpula y de las capas medias tuvieron que pagar más tarde por ello. Al mismo tiempo, Saddam Hussein se ganó a algunos de los clanes iraquíes para sí a través de la repartición de puestos e incorporándolos a la estructura partidaria.
De "socialistas" a religiosos
Sin embargo, el partido iraquí Baas (en español "levantamiento" o "renacimiento") se encuentra actualmente bastante distanciado de su ideología inicial, un nacionalismo árabe secular y socialista, cuando fue fundado en los años 50. Si bien los viejos eslóganes de la renovación anticapitalista, la "amenaza sionista-imperialista" y la "Umma" (nación) árabe siguen vigentes oficialmente, la ideología del partido sirve actualmente más que nada como cortina de humo para un Estado vigilante impregnado del culto personal a Saddam Hussein.
Aunque en el pasado los miembros de Baas querían formar "ciudadanos socialistas" que pusieran la ideología del partido por delante de la fe, la dirigencia ordenó a mediados de los 90 a los iraquíes volver a la religión.
La llamada "campaña de la fe" tenía sobre todo por fin debilitar a los islamistas contrarios al régimen y usar la religión como medio apaciguador para una población que ya estaba al límite tras dos guerras y el embargo de la ONU.
El partido Baas es un movimiento panárabe que fue fundado como partido en Siria en 1947. Los objetivos principales eran en ese entonces liberar a la región del colonialismo así como lograr la unidad política y económica de los árabes. En la mayoría de los países árabes se crearon brazos regionales del partido. En Irak y Siria llegó al poder, aunque ambas fracciones se encuentran enemistadas.
En Irak, el partido llegó al poder en 1968. Todas las posiciones importantes en el gobierno, el ejército, la administración, los sindicatos y otras asociaciones se encuentran ocupados actualmente por miembros del partido. Con el apoyo de unas pocas personas de confianza y familiares, Saddam decide el destino del país. (DPA)