Un caos sanitario traba la reactivación de Fricop

Senasa exige obras imposibles en el corto plazo. Corren riesgo las 150 toneladas de cuota Hilton

Las irregularidades sanitarias que presentan las instalaciones del frigorífico Fricop son de un grado tal que no se pueden arreglar con simples parches, sentenciaron altas fuentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que debe habilitar al frigorífico para el mercado de exportación.
Esta definición complica las esperanzas que se abrieron el viernes pasado luego de que funcionarios del Senasa y de la Secretaría de Agricultura de la Nación efectuaran una reinspección de la planta industrial de la zona sur, que permanece semiparalizada desde hace varios meses por un conflicto en torno a una asignación del cupo Hilton, la crema del negocio exportador de carnes.
Fuentes sindicales y de la empresa habían consignado ayer que las objeciones planteadas por el Senasa podían llegar a resolverse en pocos días, pero desde los cuarteles centrales del organismo sanitario se lanzaron ayer mensajes en sentido contrario.
Por cierto que fue el propio presidente del organismo, Bernardo Cané, el primero en alertar que las deficiencias encontradas en el Fricop representaban un riesgo no sólo para el negocio exportador de carnes sino para todos los rosarinos.
Ocurre que el país pagó un duro precio por desatender las condiciones sanitarias de la producción y manufacturación de carnes cuando estalló en el 2001 el brote de aftosa. Por más de un año fue expulsado de los mercados internacionales, un espacio que se empezó a recuperar con la obtención del estatus sanitario "libre de aftosa con vacunación".
Ahora que se recuperaron más de 60 mercados de exportación y cuando están por habilitarse plazas clave como las de EEUU y Canadá, las autoridades sanitarias no están dispuestas a dar pasos en falso.
Durante la inspección realizada el pasado 25 de marzo, los auditores Marcelo Ballerio, Juan Carlos Demaría, Gustavo Bavio y Ernesto Ferrarese, rubricaron un acta de constatación en la cual consta que la empresa "ocultó mediante un cerramiento de pared con revestimiento de azulejos la sección de elaboración de hamburguesas". Ante la imposibilidad material de ingresar al sector para evaluar las condiciones higiénico-sanitarias se notificó al representante de la empresa que se trataba de una transgresión del decreto 4238/68 que regula la sanidad animal.
Los inspectores encontraron finalmente 1.015 cajas de hamburguesas, que representan algo más de cuatro toneladas del producto, con fecha de elaboración del día anterior (24/3) y 458 tubos de carne (1.777 kilos de mercadería), que estaban guardadas en un área donde se acopian cueros, huesos de cabeza y desechos de faena en camiones. El Senasa verificó la pérdida de la cadena de frío al permanecer los productos en un local a temperatura ambiente y en condiciones higiénico sanitarias "no aptas". Por lo tanto, la mercadería debió ser intervenida.
Voceros del Senasa puntualizan que en la planta no sólo existen deficiencias en materia sanitaria sino también en algunos aspectos que tienen que ver con la infraestructura, lo cual demoraría la realización de los trabajos de acondicionamiento.
Un problema subyacente es que la fecha límite para presentar pedidos de autorización de plantas para exportar hacia la Unión Europea vence en los primeros días de abril. Si la habilitación del Fricop llega después de esa fecha caería la posibilidad de reactivar la planta, porque no se podrían comercializar las 150 toneladas que se le asignaron a Fricop cómo fórmula de arreglo para saldar el conflicto entre la empresa y la Secretaría de Agricultura de la Nación.
Por detrás de la controversia entre las autoridades nacionales y los empresarios frigoríficos está la preocupación de unos 400 trabajadores que tienen al Fricop como fuente de empleo.