Año CXXXVI
 Nº 49.797
Rosario,
domingo  30 de
marzo de 2003
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Mercados: La apertura del corralón es una trampa

Salvador Di Stefano

La apertura del corralón es una publicidad electoral del actual gobierno que encierra una trampa para la administración entrante, los ahorristas y las entidades financieras. El gobierno dice abrir el corralón pero en verdad posterga el problema para la nueva administración.
Para los ahorristas que tenían plazo fijo en dólares pesificados hasta 30 mil dólares recibirían del banco este monto pesificado a 1,4 más el CER que ascendería a 61.500 pesos. Hasta cubrir los dólares originales recibirían un bono (Boden 2013) en dólares por 8.720 dólares, que paga renta semestral y amortización anual a partir de 2006 en 8 cuotas del 12,5% del capital
Hay que hacer una consideración especial con el Boden 2013 porque paga una renta que es equivalente a Libor a 180 días que en la actualidad se ubica en el 1,27% anual, pero tiene un techo del 3% anual. Por lo tanto si en algunos años la tasa Libor cotiza a 5% anual, el Boden 2013 pagará sólo el 3% anual.
Para estos ahorristas la propuesta podría lucir razonable, ya que están recibiendo el 71% de los dólares originales en el acto y el 29% en un bono a diez años, lo cual podría cerrarle a más de un tenedor de plazo fijo necesitado de fondos. Si realiza esta operación sería positivo en el mismo acto de la opción vender el Boden 2013 y comprar el Boden 2012, ya que ambos cotizan a una paridad muy similar y existen dos diferencias entre ambos títulos.
En primer lugar el Boden 2012 paga tasa Libor a 180 días pero sin techo, por lo tanto si hay una suba en la tasa Libor el bono la paga sin límite alguno. Por otra parte este título recibe incentivos por parte del Estado para ser canjeados por automóviles, propiedades en construcción, bienes del Estado, que está regulado por el decreto 905/2002. En conclusión es mucho mejor el Boden 2012 que el Boden 2013.
Sin embargo, esta propuesta perjudica al ahorrista (ya que un 29% se lo carga con un bono a diez años que el Estado dice que honrará), el Estado se beneficia, emite una serie limitada de bonos resolviendo una parte del problema, y las entidades financieras podrían enfrentar el retiro sin grandes dificultades aunque la tasa volvería a subir un escalón más allá del 24% anual en que se encuentra en la actualidad, con lo cual seguiría el problema de las altas tasas en el mercado de crédito y no asegura nuevos fondos para proyectos.
En el caso de los ahorristas que tenían plazos fijos pesificados superiores a los 42 mil pesos y hasta 100 mil pesos recibirán un plazo fijo a tres meses y el resto en Boden 2013; y para los que tienen plazo fijo pesificado por un monto mayor a los 100 mil recibirán un plazo fijo a cuatro meses y la diferencia en Boden 2013.
Para ambos la misma recomendación, que es no optar por estas propuestas, ya que el plazo fijo que se les entrega es actualizable por Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) más el 2% de interés. Por lo tanto, al momento de efectivizarlo no sabrá a qué valor estará el dólar y no es lineal que se recuperen originales.
En este tramo, los ahorristas se ven perjudicados porque no reciben efectivo en forma inmediata, y sí lo harán dentro de 90 y 120 días sin tener en claro el valor del dólar para esa fecha.
Las entidades financieras quedan muy vulnerables ya que si los ahorristas desean retirar los fondos dentro de 90 días deberán recurrir al BCRA para pedir redescuentos y enfrentar la salida de fondos. En tanto, el gobierno realiza una enorme publicidad de este acto sin costo alguno, trasladando los problemas a futuro.
Respecto a la cotización del dólar, la apertura desató un efecto psicológico en el mercado que hizo subir el dólar, pero como no cambiaron las condiciones estructurales es de esperar que el dólar descienda contra el peso, ya que no cambiaron las regulaciones en el mercado cambiario.
En definitiva, el gobierno hace una jugada estratégica, toma medidas que no le dificultarán la coyuntura, se apropia del rédito político y complica a la nueva administración. Para las entidades financieras esta salida del corralón las hace más vulnerables a futuro, ya que no cuentan con la liquidez necesaria para enfrentar los retiros si éstos se producen. Y, por último, esto no impulsará a la suba al dólar sostenidamente, sólo revertirá la tendencia bajista cuando el mercado se desregule en serio, y se termine con esta política coercitiva de mercado.


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