Walter Palena / La Capital
La indiferencia que campea en la sociedad sobre las elecciones generales, reflejada en casi todas las encuestas, mostró ayer un contraste en Rosario cuando un grupo de asambleas barriales y organizaciones sociales se reunieron en el barrio de Arroyito para discutir qué hacer luego de que las urnas consagren al próximo presidente de la Nación. Algo está claro para las casi 150 personas que debatieron en un salón de la parroquia Perpetuo Socorro: cualquiera sea el resultado de los próximos comicios, nada cambiará en la Argentina, puesto que los candidatos que se presentan "son más de lo mismo". Frente a este sombrío panorama, el Cuarto Encuentro Regional de Asambleas Barriales y Organizaciones Populares arrimó dos conclusiones: seguir apuntalando el trabajo asambleístico y militar activamente para que la gente impugne el voto con la variante que crea más conveniente, es decir, poner un papel en blanco o la inscripción "que se vayan todos". Los participantes se agruparon en distintas mesas y comenzaron a debatir el tema que los convocó: "Las próximas elecciones, ¿y después". Mientras en el salón seguían las deliberaciones, cuatro integrantes de asambleas barriales dialogaron con La Capital sobre la motivación del encuentro y el alcance del mismo. Pablo Schulman (Plaza Maternidad Martín), Daniel Echave (Asamblea Arroyito), Juan Carlos Etchegaray (Asamblea Manuel Belgrano) y Cristina Giudice (Asamblea de Ovidio Lagos al 2200) coincidieron en señalar que la consigna "que se vayan todos" sigue siendo una demanda de la mayoría de la población y que lo que los argentinos van a votar el 27 de abril es "la interna peronista". Ante esto, llamaron a los rosarinos a tomar real conciencia de la importancia que tiene el "voto protesta" en los próximos comicios como una forma de impugnar el actual sistema de representación política que rige los destinos del país. Para fundamentar la "trampa electoral" que se avecina, advirtieron que si los partidos tradicionales, como el PJ y la UCR, no pueden garantizar su propia democracia interna, menos podrán dotar a la sociedad de mecanismos transparentes en el funcionamiento político y parlamentario. Para contraponer estas prácticas, los asambleístas pusieron como ejemplo de democracia horizontal lo que hicieron con el plebiscito contra Aguas Provinciales en Rosario o el referéndum en Esquel, mediante el cual los pobladores de esa ciudad votaron contra la instalación de una mina de oro. A pesar de que la masividad de las asambleas fue disminuyendo con el correr del tiempo, sus integrantes rescatan el trabajo coordinado que se está dando entre ellas y con otras organizaciones de base, como algunos sindicatos y movimientos de piqueteros. "La idea es seguir construyendo un espacio horizontal donde no haya liderazgos definidos y todos puedan discutir los temas en pie de igualdad. Puede haber una persona que oficie de vocero, pero eso no significa que es el representante de tal o cual organización o asamblea", señalaron. En el encuentro de ayer participaron 16 asambleas barriales y 12 organizaciones sociales, entre sindicatos, ONG y movimientos de base y religiosos.
| El pesimismo por el comicio sobrevoló la reunión. (Foto: Silvina Salinas) | | Ampliar Foto | | |
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