Cuando comienza la cena el restaurante del crucero está decorado sólo con matices de blanco y negro. A medida que transcurre la velada la ambientación del salón y hasta el uniforme de los mozos experimentan fascinantes cambios de colores, ante la grata sorpresa de los comensales. De pronto, en las paredes empiezan a proyectarse escenas de películas de Disney, que van desde las primeras historias fantásticas hasta el reciente Rey León, en un emocionante resumen fílmico que no descuida a los principales personajes que supieron ganarse el afecto de varias generaciones de niños en todo el mundo. Así transcurre una noche en el mágico barco de los sueños, donde las atracciones para todas las edades se suceden durante toda la jornada. ¡Bienvenidos a bordo!
Testigo privilegiada de este mundo fantástico es la rosarina Florencia Espíndola, de 33 años, que se desempeña como entrenadora en el servicio del equipo de excelencia de la compañía Disney Cruise Line, que funciona desde 1999. "Una vez que los niños suben al barco no se quieren bajar", comenta a La Capital la joven en su paso por la ciudad, antes de reincorporarse a sus tareas en Estados Unidos.
La línea de cruceros está integrada por dos naves -Disney Magic y Disney Wonder- que ofrecen recorridos de 3, 4 y 7 días. Los barcos tienen capacidad para 2.700 pasajeros y 1.000 personas integran la tripulación. Cada crucero dispone de un piso dedicado exclusivamente a los niños y también ofrece atracciones especiales para jóvenes y adultos. Todos los espectáculos son en idioma inglés.
Mientras exhibe fotografías del interior de los barcos, la joven Espíndola cuenta que "durante el día los adolescentes aprenden cómo es la realización de las películas de Disney, los niños conocen las técnicas básicas para dibujar sus personajes favoritos y los adultos asisten a clases de cocina que brindan los chefs del crucero".
Reunión con el capitán
Una vez a la semana el capitán se reúne con los huéspedes para consultarlos acerca de la calidad del servicio con la intención de mejorar permanentemente la atención a los pasajeros.
Las embarcaciones parten de Cabo Cañaveral, donde se encuentra el puerto de Disney Cruises, a sólo 45 minutos de auto del tradicional parque de diversiones de la compañía.
En cuanto al público del crucero, Espíndola cuenta que "existen grupos bien diferenciados, como los fanáticos de Disney, que eligen con frecuencia a la compañía para pasar sus vacaciones. Algunos abordaron el barco más de 25 veces".
En cuanto al perfil del turista argentino, principalmente se trata de familias con niños. "Aquí no necesitan buscar nada para divertirse, está todo planeado para que la salida sea inolvidable, tanto para los grandes como para los niños".
Otra de las atracciones especiales del crucero son la proyección de los estrenos de las películas de Disney. De esta forma, en el mar se pueden disfrutar las historias fantásticas antes que en tierra.