Y una tarde lluviosa volvió a la victoria. Central Córdoba recuperó la eficacia que exhibió durante el torneo Apertura y concretó una goleada ante Talleres por 6 a 1 que sirve para cicatrizar las heridas luego de la sucesión de cuatro derrotas. En el Gabino, los charrúas mostraron una imagen diferente a las de sus últimas presentaciones, que se explica por la aparición en su máximo esplendor de Calabrese, Guffanti y Petrovelli, quienes se encargaron en burlar a sus defensores cuantas veces se los propusieron. Ellos fueron los artífices de un triunfo necesario.
El rol protagónico lo asumió desde el inicio Calabrese, que a los 3' recibió de Petrovelli y la puso con vaselina por encima de Martínez. Pero Central Córdoba no pudo mantener la ventaja por una grosera falta de Valiente a Pérez dentro del área y porque nadie ayudó a Cancelarich para despejar luego de que el uno le detuviera el penal. Conclusión: Pérez la mandó al fondo.
La conquista no amilanó a Central Córdoba que buscó con mayor intensidad. Calabrese siguió inquietando y de a poco Guffanti entró también en sintonía. Atrás el charrúa hacia agua por el sector derecho donde Scorniaenchi tenía a mal traer a Valiente y Petrovelli, dotado para crear y no para destruir, aportaba poco en la marca por ese sector.
Hasta que Calabrese se encargó en ejecutar un penal con un remate furibundo para empezar a edificar la victoria. El goleador de la divisional ya había hecho su parte y era la hora de Guffanti. Antes que cierra la segunda parte, Petrovelli le dio el pase para que sacara desde afuera del área un derechazo alto que se metió bien arriba.
Cayó el telón del primer acto y las actuaciones de Calabrese y Guffanti se robaron todos los aplausos. Faltaba que saliera a escena otro de los actores principales: Petrovelli. Y lo hizo con su movilidad y su gambeta para burlar las marcas. Con los espacios que otorgó Talleres, el petiso dejó de jugar sobre la derecha, donde dio la impresión que quedó encerrado sobre el lateral, para conducir los avances charrúas.
Tuvo la libertad necesaria que le permitió llegar al gol. Es cierto que contó con la inesperada colaboración de la defensa visitante que se quedó clavada después que Petrovelli rematara y rebotara en un defensor, como si estuvieran esperando inocentemente que el árbitro sancionara penal por una supuesta mano. El volante charrúa no se plegó a la siesta momentánea y perforó el arco.
A esa altura Talleres estaba entregado y era víctima de la precisión y contundencia charrúa. En un veloz contraataque, Calabrese taqueó para Petrovelli quien a su vez alargó para un solitario Guffanti que la puso junto al palo.
Central Córdoba golpeaba una y otra vez. Como si estuviera jugando un picado de potrero. Así fue el gol que cerró la serie. La tocaron cuantas veces quisieron frente al área, con tanta libertad que parecía impensado que se tratara de fútbol profesional. Cansado de tanto toqueteo, Petrovelli la mandó a la red.
Fin de la obra con un cerrado aplauso. Si de algo sirvió la goleada fue para ratificar que Central Córdoba tiene un arma mortal: su poder ofensivo. Y si el tridente Petrovelli, Calabrese y Guffanti está encendido es un equipo de temer. Contra Talleres volvieron a ser los mismos que dieron que hablar fechas pasadas. En Tablada esperan que se repita.
Síntesis
C. Córdoba 6: Cancelarich 6; Valiente 4, Melli 6, J. López 5 y Aira 6; Petrovelli 7; Reboledo 5, Ferri 5 y Cárdenas 6 (60' Brandán 5); Calabrese 7 (69' Santos 5) y Guffanti 7 (63' Quintana 5). DT: O. Santángelo.
Talleres 1: Martínez 5; Mambrín 4, Donato 4, Campuzano 4 y Oviedo 4 (46' E. Gutiérrez 4); Rolón 5 (53' Blázquez 4), Bonnassiolle 5, Santillán 4 y Scorniaenchi 5; Viani 4 y R. Pérez 5. DT: H. Pereyra.
Cancha: Gabino Sosa.
Arbitro: Jorge Diez (5).
Goles: 3' y 29' Calabrese (CC), el segundo de penal, 7' Pérez (T), 42' y 57' Guffanti (CC), 55' y 65' Petrovelli (CC).
Expulsados: 80' López (CC) y 87' Donato (T).