| | Soledad Silveyra, Ana María Picchio y María Valenzuela hablan de su éxito Silveyra, Picchio y Valenzuela, tres estrellas con luz propia Las actrices, que comparten la tira "Costumbres argentinas", admiten que la competencia es respetuosa
| Pedro Squillaci / La Capital
Siempre se dice que las estrellas están en el cielo, pero no todas. Soledad Silveyra, María Valenzuela y Ana María Picchio son estrellas que están con los pies sobre la tierra. Y tienen luz propia. Para todo el mundo son Solita, María y la Picchio, y comparten el podio (sin pisarse) de "Costumbres argentinas", una de las tiras más vistas de la televisión argentina. "Uno puede brillar cuando baila con el mejor, no con el peor" (Picchio). "Hay competencia, pero sabemos cómo manejarla, cuidamos la arruga de la compañera y nos corregimos el rulo que está fuera de lugar" (Silveyra). "Somos del palo hace años, nos respetamos mucho y amamos lo que hacemos" (Valenzuela). Así habla cada una de las otras, y transmiten franqueza y profesionalismo, como en cada una de sus apariciones en la pantalla desde hace décadas. Ver sus caras en la televisión ya es una costumbre argentina. La rubia se acomoda la minifalda, sonríe con su sonrisa marca registrada y se baja el top para mostrar bien los hombros. La de cabello afro repasa la letra, hace un chiste por el vestido antiguo que le tocó ponerse y discute una toma con el director. La de pelo rojizo se estira la chaqueta del trajecito, le dice a Carlín Calvo que no se olvide de darle el pie cuando entre al comedor, y se limpia un poquito de rouge que le quedó en el diente de adelante. Las tres están en un momento intenso de su trabajo, pero se hacen un huequito para dialogar con Escenario. La tira de Telefé, que mide entre 18.4 y 19.7 puntos, les requiere doce horas diarias de laburo. "A veces estamos hasta 14 horas encerradas, y la espera es larga. Si bien una puede leer, a veces no hay tiempo ni para depilarnos", reniega Solita. Y la Picchio se suma: "Cuando empieza la tira estás contento, te dicen que son ocho horas, te engañan. Y después tenés que colaborar, y te tenés que quedar. Nadie explota a nadie pero es así. Te digo más, si el año que viene la tira sigue voy a estar, pero pondré mis condiciones". El momento de María es distinto. No salta en una pata por las extensas jornadas, pero tiene la mirada clavada en el futuro. "Me encantaría seguir el año que viene, porque me gustaría que la tira siga en los años 90, y después otro año en los 2000. Creo que tiras como ésta nos sirve a los argentinos para reactivar la memoria", afirma. La memoria es algo que está permanentemente en funcionamiento en el envío de Ideas del Sur, casi por obligación. Es que todo transcurre en los 80, en donde la inocencia de una época se mezcla con los prejuicios, la música disco y la represión. Y traspolarse a esos años puede causar sensaciones encontradas a la hora de salir a escena. "Yo la pasé muy mal en los 80", aclara la Picchio, y añade: "Era otro tipo de persona y tenía otro compromiso. Pero ahora que tengo la posibilidad de volver al pasado me estoy divirtiendo con un personaje que no soy yo". En la misma frecuencia, Solita dice lo suyo: "No fueron fáciles esos años. Lo que más me quedó fue «Felices Pascuas», que no es lo más feliz". María enfocó esos años con otra mirada. "A mí me quedó la música de ese tiempo, los boliches, la ropa, los prejuicios. Para mí era sagrado ir a bailar, recuerdo que era el momento de poder juntarnos con todos los amigos, salir a desplumarnos un poco y de alguna manera, sanamente, a tirar la chancleta. Claro que estaba el Proceso y no se podía hacer mucho descontrol que digamos", dice. Las tres se cruzan a menudo en "Costumbres..." Carmen (Picchio) es la mujer de Vicente (Calvo), pero este fue el primer amor de Clara (Valenzuela), actual esposa del Pelado Ernesto (Santoro), enemigo acérrimo de Carlín. Como si esto fuera poco, apareció Julia (Silveyra), tan cándida y sensual como siempre, y Vicente no deja de tirarle los galgos. "Los casados no existen", le dice Solita como un latiguillo que también es fiel a una época pasada. "No me parezco para nada a ese personaje", advierte Soledad. "Más que la gracia de Julia no tiene otra cosa de mí. Yo tengo los pies más en la tierra y la mirada en las estrellas, en cambio Julia vive en las estrellas", grafica. "En cambio yo sí vivo en paralelo mi vida con Delfina (su hija de 21 años, que está embarazada) y la que tengo con Gabriel (Tomás Fonzi), mi hijo en la ficción", dice la Picchio. "Pero más allá de ese rol de madraza me motiva trabajar con chicos jóvenes tan talentosos, que sé que la defienden bien, y que seguirán el camino cuando una ya no esté", agrega. Valenzuela está en el medio de dos amores y le encanta ser una mujer disputada: "Me divierte porque está todo por el lado de la comedia, mi personaje es un poco una bomba de tiempo entre dos hombres. Me gusta que traiga conflictos para que pasen cosas dentro de la tira". Y en la tira pasan cosas. La locura, la ironía, la inocencia, el amor y el desamor, las peleas, la sátira y el humor dependen en buena medida de los libros de Adriana Lorenzón, y también de la impronta de los actores. "Yo me agarro al libro como una especie de mapa y llego a todas partes", dice Picchio. A su lado, Valenzuela destaca que se siente muy cómoda con los textos, porque tiene "situaciones divertidas para jugar, hablando de comedia". La Picchio quiere aportar algo más sobre la riqueza de los textos: "Lo interesante es que la tira habla de personas normales, que no somos nosotros, personas con familias numerosas, comerciantes, trabajadores, con una vida tranquila, como millones de personas en este país". Aunque dice que los actores no son "normales", la Picchio no parece una extraterrestre cuando cuenta todo lo que le pasa. "Yo también tengo ganas de pasear el perro y regar las plantas, la vida también es eso", explica. Solita se pone fichas cuando toca el tema social y destaca que le seguirá "poniendo el cuerpo a Lilita Carrió". Pero aclara: "No pretendo ser dirigente política de ninguna manera". Cuando terminan de grabar, cada una vuelve a lo suyo. Se sacan el maquillaje, se visten con ropas del nuevo siglo y salen a la calle. Ana María está con todas las expectativas puestas en su hija embarazada y no ve la hora de ser abuela a mediados de año. Valenzuela pone toda su energía en superar una difícil situación familiar y con lo que le queda le basta y sobra para lucirse en la tira. Solita sabe que su paso en "Costumbres..." es transitorio, pero disfruta cada momento como si fuese el último. Las tres son compinches. María y Solita competían por el amor de Osvaldo Laport en "Campeones" en 1999. Las vueltas de la vida hace que ahora Laport, que sigue en Pol-Ka, les gane con "Soy gitano" todos los días por menos de un punto de rating. María compartió tira con la Picchio en "De corazón" hace muchos años atrás y entre las tres se cruzaron durante décadas en canales, películas, obras de teatro y en las calles de la vida. Solita, María y la Picchio brillan con el papel que les pongan por delante. Ya ganaron un espacio indiscutible entre las estrellas argentinas. Pero la siguen peleando. Y eso las hace más grandes.
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