Diyarbakir, Turquía. - El pasado miércoles, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, elogió a varios países por su ayuda, grande o pequeña, en la guerra contra Irak. Pero hay un país que todavía podría resultar vital para los planes de guerra de Estados Unidos y que no recibió la aprobación del presidente: Turquía.
Ayer continuaban las negociaciones entre Estados Unidos y Ankara sobre varios asuntos, en particular sobre los planes de Turquía de introducir en el norte de Irak a alrededor de 40.000 efectivos, pero las relaciones entre Washington y Ankara han sufrido un duro golpe.
Quienes planearon la guerra en el Pentágono querían desplegar en Turquía hasta 62.000 soldados que pudieran abrir un frente norte contra las fuerzas iraquíes, y Washington ofreció a Ankara una mezcla de aportes y préstamos por un valor total de cerca de 30.000 millones de dólares.
Tras semanas de tensas negociaciones, Ankara y Washington creían que habían llegado a un acuerdo. Pero alrededor de cien diputados rebeldes del Partido Justicia y Desarrollo, en el poder en Turquía, votaron con la oposición para evitar que el Parlamento turco diera la necesaria aprobación para el despliegue de las tropas estadounidenses.
Desde entonces, las relaciones entre Turquía y Estados Unidos han caído en picada. Temeroso de la reacción pública a que se celebrara rápidamente una nueva votación sobre el mismo tema, el gobierno de Ankara se abstuvo de hacerlo.
Pese a las presiones constantes de Washington, el nuevo gobierno turco, bajo Recep Tayyip Erdogan, se negó a someter la resolución a una nueva votación. La semana pasada, cuando el Ejecutivo turco finalmente se atrevió a hacerlo, era demasiado tarde: la guerra ya había comenzado, y Turquía había perdido sus 30.000 millones de dólares.
Se cotiza el frente norte
Si esa resolución hubiera sido aprobada, Estados Unidos tendría ahora artillería pesada y tanques camino de Bagdad desde el norte. Pero como no fue así, sólo tiene unos cuantos miles de miembros de las fuerzas especiales, que tuvieron que llegar a la zona en paracaídas. Con las tropas estadounidenses enfrentando fuerte resistencia en el sur de Irak, la importancia de un frente norte se ha incrementado enormemente.
La falta hasta el momento de un acuerdo entre Ankara y Washington ha hecho aumentar las esperanzas de los kurdos, tanto en el norte de Irak como en Turquía, de que pueda hacerse realidad su sueño de una entidad kurda viable en Irak. Ese sueño se ha visto reforzado por la negativa de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) a los planes de Turquía de enviar a Irak miles de soldados.
"En algunos aspectos la guerra es buena para los kurdos", señaló un activista defensor de los derechos humanos en la ciudad de Diyarbakir, en el sudeste de Turquía: "Los kurdos apoyan un Estado federal (en Irak), y Estados Unidos también".
Turquía quiere introducir tropas en Irak para evitar que oleadas de refugiados lleguen a su propio territorio tal como ocurrió en 1991 en la Guerra del Golfo, y, muy especialmente, para impedir la creación de un Estado kurdo. Unos 4 millones de kurdos viven en Irak, pero son más de 10 millones los que habitan en Turquía.
El temor a un Estado kurdo
"Nuestra política exterior siempre ha consistido en defender la integridad territorial del norte de Irak", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores turco, Abdullah Gul. "No tenemos ambiciones secretas", aseguró por su parte el día anterior el influyente jefe del ejército turco, el general Hilmi Ozkok, que sin embargo confirmó después oficialmente lo que desde 1996 era un secreto a voces: que ya hay tropas turcas en el norte de Irak.
Turquía está especialmente preocupada por el hecho de que un Estado kurdo independiente en el norte de Irak pueda llevar a los kurdos de Turquía, ahora en calma, a despertar la sangrienta guerra de guerrillas que en el pasado se cobró más de 32.000 vidas, en su mayoría de kurdos, según cifras oficiales.
"Dicen que no tienen ambiciones ocultas pero tienen tropas ocultas", señala el activista defensor de los derechos humanos. "El problema es que si las tropas turcas se implican en combates con kurdos en el norte de Irak, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) reanudará inmediatamente su propia guerra. Volverán inmediatamente a Turquía".
Los kurdos en el sureste de Turquía tienen una confianza creciente en que las persistentes buenas relaciones entre Estados Unidos y los kurdos iraquíes llevarán al menos a la creación de una entidad kurda altamente independiente bajo una república federal de Irak.
Sin embargo, eso depende de Washington, que parece tener la última palabra sobre la estructura política de Irak después de la guerra. Y, dado que la guerra no va tan bien como se esperaba en un principio, Estados Unidos vuelve a negociar con Turquía sobre qué clase de apoyo se puede enviar a través de su territorio a las fuerzas estadounidenses en el norte de Irak.
Volvieron los ingenieros militares
La reanudación este jueves de las labores de construcción de un depósito de Estados Unidos en Kiziltepe, unos 80 kilómetros al sur de Diyarbakir, indica que el acuerdo puede estar cerca. El enviado estadounidense Zalmay Khalilzad estaba el mismo jueves en el norte de Irak, para mantener conversaciones con líderes kurdos. Se espera que en los próximos días viaje a Ankara. La cadena de televisión privada turca NTV informó que es probable que se llegue a un acuerdo que permita a las tropas turcas ingresar 20 kilómetros en Irak.
Sin embargo, en los últimos meses se han hecho y deshecho varios tratos entre Washington y Ankara. El destino de los kurdos en Irak y las esperanzas de los kurdos en la propia Turquía siguen siendo una incógnita. (DPA)