Año CXXXVI
 Nº 49.796
Rosario,
sábado  29 de
marzo de 2003
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Sobrevivió cuatro días a la caída en un profundo pozo
Un hombre de 33 años sufrió extraño accidente en una zona rural de la localidad cordobesa de Unquillo

Un hombre que el lunes último había desaparecido de su hogar en la vecina localidad de Unquillo y era intensamente buscado, fue encontrado ayer por brigadas policiales en el interior de un pozo de 10 metros de profundidad y 80 centímetros de ancho, con algunos golpes cuyas consecuencias son evaluadas en un centro sanitario, según se informó.
Se trata de Marcelo Alejandro Landa, de 33 años, cuyo paradero se desconocía desde el 24 del corriente, cuando salió de la casa que comparte con su familia en la zona rural de esa población ubicada a unos 25 kilómetros al noroeste de la capital y que ayer fue encontrado con vida.
El 25 de marzo, ante la falta de noticias, sus familiares efectuaron la correspondiente denuncia en la comisaría del lugar, iniciándose a partir de allí un operativo de búsqueda que con el transcurso del tiempo comenzó a tornarse dramático por sus resultados negativos.
Familiares y amigos de Landa se sumaron a los policías y bomberos voluntarios que rastrillaban esa pequeña localidad y las serranías circundantes, pero sin obtener pistas ni lograr ningún tipo de indicio sobre su paradero.
Anteayer al atardecer, cuando el trabajador rural Lucio Ibarra caminaba por un sendero serrano del paraje Villa Tortosa, cerca de Unquillo, creyó escuchar que alguien clamaba ayuda, pero al no observar a nadie, siguió su camino.
Ayer a la mañana volvió a transitar por el mismo lugar rumbo a su lugar de trabajo y escuchó nuevos pedidos de ayuda, por lo que detuvo su marcha y comenzó a revisar entre la tupida vegetación, pero pese a no encontrar nada contó lo sucedido a quienes buscaban a Landa.
Fue así como efectivos de la policía se dirigieron al lugar y grande fue su sorpresa al descubrir que Landa estaba en un pozo de 10 metros de profundidad y 80 centímetros de diámetro.
Pese a haber recibido golpes en la cabeza y distintas partes del cuerpo, sufrir las bajas temperaturas nocturnas y no haber ingerido alimentos durante cinco días, el joven exteriorizó toda su alegría al ser rescatado del interior del pozo que estaba prácticamente oculto entre la vegetación.
Fue trasladado a la unidad de terapia intensiva del Hospital San Roque de la capital. El médico Jorge Pereyra reveló que el paciente "está consciente y lúcido" y que tiene un esguince de tobillo. (Télam)


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