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Un viaje en taxi

Rafael Juarros, el personaje de esta ficción viajaba en un taxi, cuyo origen (me refiero al trayecto), se había iniciado en la culminación de una cortada del hoy casi olvidado barrio Triángulo. Aquel que aún añoraba la cansina parsimonia del 201, una línea de ómnibus que él creía recordar pintado de un verde tenue. Un barrio emplazado hacia el sudoeste a partir de las vías del Ferrocarril Belgrano, y que encajaba en el típico espectro de lo que ostentaba el arrabal. Calles de tierra salpicadas de carros, changarines, hornos de ladrillos y "buscas" que arrastraban dignamente su cruz tras la ilusión de un devenir mejor. Rafael Juarros, se dirigía al centro. Más precisamente a la esquina de Maipú y Rioja donde se iba a bajar. Mientras viajaba no miraba al taxista, porque quería demostrar una actitud natural. Pero en su interior se reía desmesuradamente, acordándose de una secuencia de la película "Su excelencia" donde Mario Moreno (Cantinflas), en una alocución que debió dar nada menos que en el recinto de las Naciones Unidas, deja estupefactos y sin entender nada a todos los miembros de dicho Parlamento, con uno de sus monólogos inentendibles y graciosamente a la medida de este cómico azteca irrepetible.
Felipe Demauro