Año CXXXVI
 Nº 49.796
Rosario,
sábado  29 de
marzo de 2003
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Propinan una brutal golpiza a un nene de dos años en Las Rosas
La policía tuvo que intervenir para que los padres del chico dejaran de pegarle

Walter Gasparetti / La Capital

Las Rosas. - "Vayan a ver a Alejandro porque los padres no dejan de pegarle", relató una vecina a un policía de la Unidad Regional III con asiento en esta ciudad. Una actuación policial de oficio realizada con posterioridad a ese testimonio detectó que un niño de dos años presentaba hematomas en diversas partes del cuerpo.
Alejandro tenía golpes en la cabeza, en la espalda, en los muslos, en los glúteos y también en los genitales, según pudo constatar el médico de policía del departamento Belgrano, José María Loréfice. La criatura fue separada de la madre, Gloria Díaz, de 30 años y del padrastro, Luis Goul, también de 30 años y fue delegada momentáneamente a los abuelos maternos.
La causa fue derivada a la secretaría Correccional del Juzgado en lo Penal del Distrito Judicial Nº 6 de Cañada de Gómez, a cargo de Ana María Bardone, y fue caratulada como lesiones leves dolosas calificadas por el vínculo. Posteriormente tomó intervención el Juzgado de Menores de la 1ª Nominación de Rosario.

"Se hace caca muy seguido"
El resonante caso de maltrato adquirió mayor gravedad a raíz del testimonio que dieron sus padres en sede policial. Según pudo saber La Capital, quienes tenían la tenencia del menor le pegaban porque "el chico se hacía caca muy seguido". El jefe policial, Ricardo Arana, informó que el caso fue detectado hace aproximadamente una semana.
"El médico que lo atendió recomendó quince días de curaciones, debido a que observó hematomas en varias partes del cuerpo. Se observó una fuerte golpiza", añadió el titular de la jefatura con asiento en esta ciudad. La policía culminó la tarea investigativa con la toma de fotografías en las lesiones provocadas.
El caso salió a luz como consecuencia de un comentario que hizo la niñera de Alejandro a su madre. Esta, a su vez, se lo contó a un policía que resolvió iniciar una actuación de oficio. El niño quedó en poder del abuelo materno, identificado como Angel Celestino Díaz.
La familia imputada se domicilia en calle Tucumán, entre Belgrano y Buenos Aires. "En estos casos se recomienda un estudio psiquiátrico de los padres y un tratamiento para que el chico retorne al hogar, pero con un control riguroso", opinó una fuente calificada.



Ilustración: Héctor Beas.
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