| | Cuestionan el sobreseimiento de un policía acusado de matar a un menor Dos abogados sostienen que la versión oficial sobre la muerte de Walter Campos carece de pruebas
| El sobreseimiento del sargento Angel Omar Iglesias por la muerte de Walter Campos volvió a dejar a los representantes legales de la familia de la víctima, de 16 años, con las mismas objeciones que reiteran desde el comienzo de la investigación: la reconstrucción del escenario en el que ocurrió la persecución y muerte del chico y el respaldo técnico de las afirmaciones en que se basa el acusado, un francotirador de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) para afirmar que no tuvo otra opción que disparar a la cabeza del joven para "neutralizarlo". La muerte de Walter Campos ocurrió el 21 de diciembre de 2001 en una calle sin nombre cercana al cruce de Olivé y las vías del ferrocarril, en la zona norte de la ciudad, durante la distribución de cajas de comida organizadas como respuesta a las protestas que terminaron con el gobierno de Fernando de la Rúa. Los abogados Carmen Maidagan y Federico Garat no encontraron una explicación al motivo por el cual Campos y el amigo que lo acompañaba hubieran salido corriendo del lugar. Tampoco hallaron un relato que acreditara que el menor había intentado un robo, como sostuvo la policía. "Nunca aparecieron las personas a las que supuestamente molestaron o las que avisaron a la policía que había inconvenientes en la cola", señaló Maidagan. Sobre tal supuesto "se creó un escenario de peligrosidad que no está probado y sobre el cual se basan (la policía y la Justicia) para justificar la persecución y los disparos". La abogada dijo que el único testimonio que refiere a molestias de los jóvenes "es el de una mujer que no fue testigo directo, sino que reprodujo lo que supuestamente le contaron, lo cual no es válido en ningún caso". Además, aseguró que en el expediente no hay otro relato que el de Iglesias para dar cuenta de la posición que ocupaban los protagonistas de la persecución en el momento en que Campos recibió el balazo que terminó con su vida. El otro punto que consideran confuso es la explicación que da el sargento de las TOE sobre la necesidad de disparar a un sitio vital como única opción de "neutralizar" el supuesto tiro que iba a realizar el muchacho. Maidagan señaló que no existen pericias técnicas que avalen tales afirmaciones. En la primera declaración el policía dijo que disparó a la cabeza porque era la única parte del cuerpo que tenía a la vista."A medida que avanzó la investigación apareció la explicación sobre la necesidad de evitar que disparara, y de destruirle el sistema nervioso, que es la que el juez y luego la cámara dieron como satisfactoria", indicó Maidagan. Por otra parte, los abogados de la familia Campos reiteraron que la convocatoria de los testigos estuvo a cargo de personal de las TOE, a pesar de que el juez Osvaldo Barbero había ordenado que fuera efectuado por la División Judiciales. Otra duda, que apunta contra la estrategia que trazó la policía durante las jornadas de protesta, es sobre la necesidad de contar con tiradores del cuerpo de élite de la provincia como custodios de un reparto de bolsones de comida que se realizaba en un marco pacífico. Los abogados esperan ahora la postura que asumirá el fiscal de Cámaras, que podría insistir en una nueva instancia investigativa a partir de un pedido extraordinario.
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