El anuncio de la creación del Museo de Arte Contemporáneo en Rosario fue bien recibido por la comunidad de plásticos locales. La Capital consultó a un grupo de artistas sobre la importancia de contar con un espacio para exponer obras de los 60 a la actualidad. Si en algo coincidieron fue en que "es bueno" que la ciudad le dé cuenta a sus habitantes de lo que pasa estéticamente en el momento.
El nuevo espacio dependerá del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino y funcionará, a partir del 1º de agosto, en el silo Davis (avenida de la Costa y Oroño), un edificio a reciclar aún por la Secretaría de Planeamiento municipal.
Doscientas obras de artistas con reconocimiento nacional y hasta internacional compondrán por ahora el capital de este flamante museo. Son el resultado de donaciones que se suman a otras obras con las que ya contaba el Castagnino. Nombres como los de Guillermo Kuitca, Pablo Suárez, Alfredo Prior, Gumier Maier, Clorindo Testa y los de las rosarinas Nicola Costantino y Graciela Sacco, entre otros tantos, serán parte del menú de artistas.
Voces a favor
La directora de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), María Cristina Pérez, señaló que, en principio, le parece bien su creación. "Las buenas producciones contemporáneas deben exponerse porque si no se pierden en los talleres de los artistas. Sólo le temo a la cuestión presupuestaria, algo que siempre frena las buenas intenciones", dijo Pérez.\La respuesta de la artista Nicola Costantino (representante argentina en las bienales de San Pablo y de Liverpool) fue categórica: "Me parece fabuloso que se inaugure un Museo de Arte Contemporáneo en Rosario. Este arte no es fácil entenderlo porque implica una mirada diferente sobre todo, tratar de ver lo velado. Se necesita tiempo y un cierto recorrido para acceder al arte contemporáneo, entonces, si facilitamos esa mirada poniendo las obras al alcance de la gente, haremos un aporte cultural amplio e importante".\El director del Museo Estévez, Pedro Sinópoli, también apoyó la iniciativa. "Creo que el Museo Castagnino tiene un edificio que no da abasto. En sus salas debe exponerse la colección permanente que es una lección de pintura. Y en este nuevo edificio será pertinente mostrar las últimas expresiones del arte".\También Chachi Verona y Román Vitali, quienes ya donaron una de sus obras al nuevo museo, le levantaron el pulgar a la propuesta. Verona dijo preferir que las producciones se transformen en patrimonio de la ciudad más que de un coleccionista. Y Vitali indicó: "Rosario se merece un museo así por su alto nivel cultural y sus posibilidades turísticas".