El titular del club Cosenza, de la serie B de Italia, Paolo Pagliuso, fue arrestado ayer junto a otras 13 personas acusadas de distintos delitos y de mantener vínculos con organizaciones mafiosas con intereses en el fútbol. El operativo incluyó el arresto de otros dirigentes de Cosenza y de presuntos miembros de la mafia. Según los investigadores, el operativo comprobó "la existencia de fuertes lazos e importantes intereses del crimen organizado en el fútbol", e intenta determinar también el daño provocado por una estafa contra la federación y la liga de fútbol italianas.
Durante el operativo se secuestraron bienes por diez millones de euros y documentación relativa a los movimientos bancarios del club y de los socios de Cosenza.
La investigación, coordinada por el fiscal Eugenio Facciolla y bautizada con el nombre de Lobos, se inició en marzo de 2001, tras una denuncia del empresario Settimio Loré que había comprado la mitad del paquete accionario del club y falleció en noviembre de ese mismo año en un accidente automovilístico.
Loré adquirió inicialmente el 43 por ciento de las acciones de Cosenza en 1,6 millones de euros, pero no tuvo acceso a los libros contables ni aún después de adquirir otro 7 por ciento en 1,3 millones de euros.
Cuando pasó a convertirse en una molestia para los planes de los demás socios, Loré comenzó a recibir amenazas: su vehículo fue incendiado y lo extorsionaron telefónicamente o enviándole paquetes sospechosos a su clínica y a otros negocios familiares.
Actúo la mafia
Según los investigadores, como las amenazas no surtían efecto dos miembros de la mafia de Cosenza obligaron a Loré a vender sus acciones a Pagliuso, por cuya solvencia dijeron responder pese a que no podía ofrecer las garantías necesarias para una operación semejante. La venta finalmente se concretó en julio.
"De no ser por el coraje de Loré para denunciar esas irregularidades, esta investigación no habría sido posible", coincidieron tras el operativo los jueces antimafia, quienes destacaron además la falta de colaboración de los bancos para detectar operaciones financieras sospechosas.
El operativo permitió identificar también a los autores del ataque a balazos contra un periodista deportivo que criticó la gestión de Pagliuso y a quienes incendiaron el vehículo de un técnico de las divisiones inferiores porque se negaba a hacer jugar al hijo de un dirigente. (Télam)