Mariano Bereznicki / La Capital
Volvió a escribir su nombre sobre las rústicas páginas del libro del torneo Hermenegildo Ivancich. Pero con la diferencia de que ahora encabeza la lista de los más ganadores. Sí, en este rubro, Newell's es el equipo que más veces dio la vuelta olímpica. Es que después de la goleada de ayer sobre Coronel Aguirre por 3 a 0, los rojinegros llegaron a once títulos. Los leprosos, bajo la batuta del Chiche Lutman, sellaron la histórica tarde en el viejo y legendario estadio Gabino Sosa, donde pese a que el color y el calor lo pusieron los hinchas de Gálvez, los del Parque se quedaron con todos los festejos. El peso de la historia jugó un papel preponderante. Dos equipos con realidades de toda índole muy opuestas pero con un similar objetivo estaban cara a cara. Tanto los chicos de Newell's como los obreros de Coronel Aguirre tenían en mente lo mismo. Pero tenía que haber un vencedor. Y los rojinegros, que se dedican de lleno al fútbol porque apuntan a ser profesionales, saborearon las mieles de la victoria. Mientras que los de Aguirre, esos mismos que reparten como pueden sus horas entre los distintos laburos con los entrenamientos, se quedaron con las manos vacías, como si el destino volviera a ser indiferente. En la cancha no hubo tanta diferencia. Si bien Newell's ganó 3 a 0, lo cierto es que los de Gálvez fueron un digno rival, pero terminaron pagando caro su inexperiencia en este tipo de definición. Tan es así que hasta estuvo a punto de ponerse en ventaja apenas había arrancado el partido, merced a un penal que ejecutó Gerardo Tata pero que Mastrogiuseppe se lo desvió. Era el principio de un triste final. Y Newell's, que replegó dos líneas en el fondo y apostó a lo que pudiera inventar el Oveja García, sumado a la peligrosidad que siempre aporta Lucio Cereseto en la ofensiva, le bastó para dar la vuelta olímpica. Por eso no sorprendió cuando Cereseto inauguró el marcador, en pleno carnaval que se desataba desde la tribuna. La lepra no lucía pero antes de irse al vestuario estiró las cifras vía Matías García. Con dos tantos en el debe, más la impotencia para generar alguna jugada de riesgo, los nervios comenzaban a jugarle en contra a Coronel Aguirre, que por primera vez estaba disputando una final. Fue entonces que en varias ocasiones se cortó el juego por la agresividad de los verdirrojos, que cuando se lo proponían demostraron ser mucho más que los leprosos. Pero Newell's seguía metido en su campo y especulaba con los errores ajenos para aumentar. Y así llegó al tercero. Héctor Escalante le pegó desde el mediocampo y marcó un golazo. Después de llegó el pitazo final y el momento para el pueblo rojinegro de festejar un nuevo título. El número once. Ese mismo que lo llevó a la cúspide en la historia del Hermenegildo Ivancich como el equipo más ganador.
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