Elbio Evangeliste / La Capital
Después de siete años de integrar el cuerpo técnico como estadístico del seleccionado masculino de vóleibol, el rosarino Omar Grasso decidió dar un paso al costado. Y en esta decisión poco tuvo que ver el cambio de entrenador -Claudio Cuello por Carlos Getzelevich-, sino que obedece a la asunción del propio Grasso como técnico del equipo de caballeros de Normal 3 para disputar el torneo local. Para muchos puede tratarse de un cambio poco beneficioso. Pero las ambiciones de Grasso no se centran solamente en el hecho de jugar en la liga de la ciudad, sino "buscar una proyección a nivel provincial y por llegar a disputar el Torneo Nacional de Ascenso (TNA)", tal como le confió el DT a Ovacion. Lo concreto es que a partir de ahora será otro quien se encargue de las estadísticas, más allá de que "recibí el llamado de Cuello para continuar en el cuerpo técnico y obviamente me sentí muy gratificado. Eso quiere decir que en todo este tiempo mi trabajo fue útil y sirvió". "Para mí es un gusto dirigir a Normal 3, ya que este equipo es sinónimo de vóley en Rosario, no sólo porque tiene muchos jugadores federados, sino también porque históricamente le aportó muchos talentos a la selección. Vamos a empezar un proyecto nuevo, un desafío, y esperemos que los resultados nos acompañen. Las expectativas son muy buenas". El ex estadístico del seleccionado sintió la necesidad de volver a la dirección técnica, aún teniendo en claro que se va a "comer las uñas" cuando el equipo dirigido por Cuello juegue su primer partido en el año. "Estoy seguro de que va ser una sensación extraña. Pero bueno, soy consciente de que hay ciclos que se cumplen y este es uno de ellos". ¿Qué le puede aportar Grasso a Normal 3? Mucho. Sin dudas el haber compartido el cuerpo técnico con Daniel Castellani y Carlos Getzelevich y estar durante tantos años al lado de jugadores de tanta jerarquía le habrá servido para acopiar conocimiento y experiencia. "Si bien la selección está en otro nivel al que pueden mostrar los equipos rosarinos, creo que la experiencia va a ser fundamental. La idea es volcar todos estos conocimientos al equipo para que el trabajo comience a dar su frutos cuanto antes", comentó Grasso. La historia de Grasso como estadístico de la selección comenzó en el partido que Argentina le ganó a Japón por 3 a 0 en Mar del Plata en el primer partido de la Liga Mundial de 1997. Desde ese momento, con Daniel Castellani al frente del equipo, hasta hace apenas unas semanas, el hoy entrenador de Normal 3 convivió con la elite del vóley. Su tarea tal vez no era de las más conocidas. Es que su función consistía en "juntar un montón de datos que sirven no sólo en el partido, sino también para diagramar las rutinas de entrenamientos. Esos datos tienen que ver con contingencias del juego de Argentina y del rival y te permiten tomar determinaciones como por ejemplo qué jugador contrario está atacando más en primer tiempo, a quién sacarle, entre otros. En el vóleibol profesional esto se utiliza muchísimo y obviamente está todo computarizado". "La verdad que soy un agradecido de haber estado tantos años en la selección y haber vivido desde adentro dos mundiales, ligas mundiales, Juegos Olímpicos; y aunque deseché esta nueva posibilidad le agradecí y le deseé mucha suerte para este nuevo proceso que comienza en la selección", agregó Grasso.
| Omar Grasso volcará toda su experiencia en Rosario. (Foto: Hugo Ferreyra) | | Ampliar Foto | | |
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