Pedro Squillaci / La Capital
"Caiga quien Caiga" (CQC) inició anteayer su séptimo ciclo en la pantalla repitiendo una fórmula un tanto desgastada y carente de sorpresas. Mario Pergolini, Juan Di Natale, y Eduardo de la Puente volvieron en una escenografía renovada, gastaron a algunos políticos como siempre, y se encargaron de pegarle a sus enemigos declarados, como Marcelo Tinelli, Gerardo Sofovich y Jorge Rial. "Otro año, otro robo", dijo Pergolini en la apertura del programa, que se emite los martes a las 23 por el 3. La humorada nunca estuvo tan cerca de la verdad. Cuando "CQC" irrumpió en la TV argentina fue un suceso. Era pleno menemismo, y los jóvenes de traje y lentes negros se ganaron la audiencia en base a un estilo desprejuiciado que desnudó la hipocresía de los políticos y desacartonó a muchos personajes públicos. Pero el tiempo pasó y dejó su huella. Lo que antes era novedad ahora no lo es. Las corridas de Daniel Malnatti para conseguir una nota no causan gracia y mucho menos los efectos de computación animada que utilizan en los reportajes para agregar narices de payaso y caras coloradas. Ya está. Sin embargo, los chicos volvieron el ruedo y tan mal no les fue (ver aparte). "El resumen semanal de noticias" como gustan identificar al envío arrancó con la clásica música de AC/DC, con algunas alusiones al jefe Suar bastante chupamedias, y con un racconto nada especial de lo que pasó en el verano. Un periodista nigeriano del programa trucho "Africa Today" le hizo una nota al senador y ex futbolista, Ubaldo Rattin, que despertó algunas sonrisas por el mal uso del idioma africano, pero no se diferenció en absoluto a lo que venían haciendo el ciclo pasado. Malnatti volvió a ensañarse con Aldo Rico (¿no es contraproducente darle tanta cámara a un personaje nefasto?) y el único chiste bueno fue: "Este es el único político que es rico antes de asumir". El notero Clemente Cancela volvió a aparecer con su cara de "yo no fui" y tuvo una infructuosa performance ante Carlos Menem y ante Gerardo Sofovich en su cumpleaños. Es que los entrevistados ya están advertidos qué hace "CQC" y saben cómo sortear situaciones cuando ven el micrófono con la mosca. Y lo peor es que el televidente también está advertido, y el efecto sorpresa de otrora se convierte en algo totalmente previsible. Tampoco impactaron los "Top Five" y mucho menos el aporte deportivo del limitado Nacho Goano. Lo único brillante fue el escrache a Sofovich en "La peluquería de los Mateos". En un sketch protagonizado por Freddy Villareal, el actor imitó al pie de la letra una rutina de Mr.Bean. La compaginación de ambos programas reveló que la copia fue alevosa y causó tanta gracia, como sorpresa e indignación. Muy parecido a lo que provocaba "CQC" en sus comienzos.
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