El acuerdo alcanzado la semana pasada entre el frigorífico Fricop y la Secretaría de Agricultura de la Nación amenaza con caerse debido a la incertidumbre generada en torno de los resultados que arrojará la inspección del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en la planta. De este dictamen depende la rehabilitación del frigorífico para exportar carne a la Unión Europea. Los inspectores del organismo sanitario que recorrieron ayer la planta de la firma en la zona sur de Rosario, auscultaron puntillosamente las instalaciones durante 13 horas. La dilación puso nerviosos a los trabajadores de la empresa que por la noche se concentraron frente a la planta. Finalmente, la última palabra la tendrán las autoridades sanitarias a nivel nacional, luego de conocer el informe preliminar que elaboraron los agentes. Si bien la resolución podría conocerse en los próximos días, trascendió que el documento que elevarán a Buenos Aires contiene duras críticas a las condiciones en que se encuentra el frigorífico, como para recuperar la habilitación para exportar. Uno de los inspectores que recorrió la planta se excusó de dar precisiones. "La auditoría fue elevada a Buenos Aires y no estamos al tanto de la fecha en la que se conocería la resolución", se limitó a informar. El gerente de la firma, Eduardo Arancón, resaltó que la planta "está en perfectas condiciones" y asegurñó que "existe la tranquilidad de que todas las inversiones necesarias se han hecho". Y agregó que las objeciones planteadas son "problemas de evaluación personal que no vienen a la cuestión y le corresponde al Senasa decidir cómo debe actuar". Lo cierto es que lo que se esperaba como una inspección "formal" se transformó en motivo de inquietud. Por la noche, cuando los sabuesos llevaban ya varias horas en la planta, fuentes cercanas a las negociaciones deslizaron con malicia que la dureza exhibida por el Senasa obedecía a que el acuerdo alcanzado con Agricultura no había incluido al jefe del organismo, Bernardo Cané, contra quien la empresa también impulsó denuncias penales. Frente a esta situación, directivos de Fricop denunciaron a la Justicia el incumplimiento del convenio alcanzado la semana pasada, que establecía que el resultado de la inspección debía conocerse el último sábado. La semana pasada Fricop llegó a un acuerdo con la Secretaría de Agricultura de la Nación en los juzgados federales de Rosario sobre la disputa iniciada con el reclamo del frigorífico por la adjudicación de la cuota Hilton de exportación de cortes especiales de carne hacia la Unión Europea. El miércoles pasado, el secretario de Agricultura, Haroldo Lebed, señaló que se había comunicado con el titular del Senasa para acelerar la inspección del frigorífico y así habilitar la entrega de las 150 toneladas de cortes Hilton pactadas. Si bien Lebed reconoció que se debía esperar el visto bueno del organismo sanitario para el otorgamiento de la cuota de cortes de carnes especiales hacia el viejo continente, la inspección era considerada entre trabajadores y empresarios, como "formal". Pero con el paso de las horas y una revisión de la planta más allá de las previsiones iniciales, los rostros de los empleados mostraban una creciente preocupación. "No sabemos si vinieron directamente a cerrar la planta, más que a ver si nos habilitan para exportar de nuevo", vaticinó uno de los empleados en horas de la tarde. Con el correr de las horas, se fueron acercando a la planta trabajadores y representantes sindicales. Por la noche, los funcionarios del Senasa convocaron al secretario general del Sindicato de la Carne, José Fantini, para trasmitirle que el frigorífico continuaría en funcionamiento para consumo interno y que la decisión para la exportación sería evaluada en Buenos Aires. Fantini se mostró preocupado por el resultado que pueda llegar a surgir desde las oficinas de Buenos Aires.
| Los inspectores estuvieron reunidos en el Fricop. | | Ampliar Foto | | |
|
|