Año CXXXVI
 Nº 49.793
Rosario,
miércoles  26 de
marzo de 2003
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Graduación y planes de estudio

Es sabido que el tiempo que le lleva a un alumno universitario graduarse no siempre coincide con los tiempos previstos en los planes de estudio. Además de las variables esperadas que tienen que ver con la vida particular del estudiante - que incluyen desde su desempeño personal, si trabaja y los factores económicos, entre otros-, también incide en esta extensión de años la relación entre lo que se planifica para enseñar y lo que en la práctica docente se lleva a cabo. "Esta es una preocupación de la universidad: el vínculo entre la currícula formal (la que aparece plasmada en el programa) y la llamada currícula oculta o real, que es en definitiva la que determinará el cursado final de una materia", evalúa al respecto el secretario académico de la Universidad Nacional de Rosario, Alberto Petracca.
  Esto es tan así, que por ejemplo, los años de permanencia de un alumno en la universidad pueden estar previstos para cinco años (según lo contemplado por el plan de estudio) y sin embargo extenderse a 8 y hasta 10 años de cursado. "Esta prolongación puede deberse a cuestiones exógenas a la universidad y más ligadas a la problemática particular del alumno, pero además a otras razones endógenas como lo es la construcción de la currícula real”, agrega Petracca al respecto de un tema que considera de debate indispensable para el ámbito académico.
  Según advierte, existen niveles de prolongación en la graduación que tienen que ver con trabas internas que aparecen en los planes de estudio. Para el caso cita como ejemplos, "correlatividades muy cerradas, materias cuatrimestrales demasiado entramadas que impiden que el alumno avance en la carrera y una currícula muy cerrada que limita la posibilidad de opción del alumno".
  En este caso, Petracca analiza como una vía posible la inclusión en las carreras (donde se dé esta posibilidad), de materias colectivas optativas. Un cambio importante sería "poder elegir asignaturas de otras carreras y otras facultades, lo cual implicaría además romper con ciertos muros cerrados que se dan dentro de la universidad", dice.
  Tal como afirma el secretario de la UNR, a veces suele suceder que el docente no respeta en la planificación de su trabajo anual los contenidos mínimos exigidos del plan de estudio, entonces lo expande, lo extiende y lo agranda, muchas veces confundiendo estas decisiones con el principio de libertad de cátedra.
  Petracca descarta un sistema de promoción basado únicamente en la acumulación de crédito por parte del alumno, y en cambio se inclina más a pensar en la permanencia de una parte semidura de la currícula que se centre en la formación de la carrera elegida. "Los perfiles más interesantes de las carreras de grado son aquellas que apuntan a darle al egresado instrumentos suficientes como para que pueda convertirse en un autodidacta, que en definitiva es como deberá actuar una vez que esté fuera de la universidad".
  El secretario de la UNR insistió en considerar que la extensión en el tiempo de las carreras de grado es una de las causas principales de los bajos niveles de graduación que se dan en algunas carreras. "Algunas de ellas contemplan 5 años académicos en su currícula formal, pero el promedio general de graduación ronda entre 8 y 10 años", recuerda Petracca. Lo que en definitiva para él sería el tiempo que debería abarcar el tránsito por una carrera de grado y de un posgrado.


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