Año CXXXVI
 Nº 49.793
Rosario,
miércoles  26 de
marzo de 2003
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Ciclismo: Gira sobre oro
Compiano empezó a correr tarde, a los 19 años, y ya es doble campeona argentina de ruta

Rodolfo Parody / La Capital

Cuando Jéssica Compiano decidió volcarse al ciclismo con 19 años era impensado que alguien que comenzó "tan grande" pudiera meterse en el máximo nivel. En apenas cinco años fue en contra de la lógica al convertirse en una de las mejores del país y llegar al tope con la obtención del campeonato Argentino de ruta de La Rioja en las dos especialidades que se corrieron: contrarreloj y pelotón.
Desde 1998 cuando Compiano se subió a una bicicleta tuvo un crecimiento vertiginoso que no fue obra de la casualidad. "Lo que conseguí en el Argentino es por esfuerzo y dedicación, entrenando en la ruta, yendo al gimnasio, corriendo sábados y domingos sin parar. Después de tanto sacrificio te enorgullece cuando te llega la medalla de oro".
En el 2002 ya había insinuado que estaba ahí nomás del título. Quedó segunda en la contrarreloj y tercera en pelotón. Los mismos rivales de aquella oportunidad se repitieron en La Rioja, con excepción de Valeria Muller, la última campeona en la contrarreloj. La primera impresión es que la ausencia de la ganadora de la edición 2002 favoreció a Compiano. De todos modos, la rosarina señaló que "en los dos últimos años venía achicando la distancia con ella y esta vez estaba segura que le iba a ganar".
La contrarreloj es una carrera donde los ciclistas van partiendo de a uno, con una diferencia de un minuto, para transitar 20 kilómetros y de acuerdo al tiempo que registran se determinan las posiciones finales. "Siempre hay que tener en cuenta de dónde viene el viento. A la ida tenía viento a favor y a la vuelta en contra, entonces tenés que regular para no quedarte sin piernas".
En pelotón, una prueba donde los corredores debieron recorrer 60 kilómetros, relegó a Valeria Pintos, primera en el 2001 y 2002 y con la experiencia de haber competido en Italia. "Hacía mucho que ansiaba ganar el pelotón. Todo ciclista se quiere imponer en esta prueba", manifestó Compiano, que durante la charla con Ovacion no se despegó un segundo de su bicicleta valuada en alrededor de 2.000 dólares.
"Hubo varios intentos de fuga que intenté neutralizar en todo momento y me mantuve en el pelotón procurando gastar la menor cantidad de fuerzas para llegar bien al embalaje y poderlo definir".
"Cada año que pasa me quiero superar y lo estoy consiguiendo", indicó la ciclista, que para el campeonato Argentino cumplió un entrenamiento exigente, corriendo los sábados y los domingos contra los varones, ya que son pocas las mujeres que se dedican al ciclismo y ella es una de las dos únicas rosarinas en actividad junto a Katia Montú.
Compiano, que el año pasado consiguió el título argentino de pista en 500 metros, confió que las dos preseas doradas fueron lo máximo de su carrera, aunque "también fue importante estar con la selección en los Juegos Odesur (Brasil 2003) y sacar la medalla de bronce en velocidad en pista".
La selección argentina es el orgullo de Compiano, y aspira a integrarla otra vez en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo en el mes de agosto. Todavía no se sabe cuál sera la delegación nacional y cuántos son los que viajarán aunque se tiene fe. "Me dijeron que iban a tener en cuenta los resultados del campeonato Argentino para determinar quiénes van", dijo la rosarina.
Para los que no se animan a empezar una actividad porque es demasiado tarde, Compiano da el mejor ejemplo de que es posible. Soportó el machismo de aquellos que no concebían que una mujer corriera junto a ellos, y hasta les ganara, se esforzó para ser la mejor y tuvo su premio. Por el momento sus ambiciones deportivas no tienen límites.


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