Un muchacho de 21 años fue asesinado de dos disparos a quemarropa durante una pelea callejera en barrio Las Flores por un grupo de hombres que lograron escapar y ayer eran buscados por la policía. El crimen se produjo alrededor de las 21.30 en Heliotropo y el pasaje 512, en plena calle, frente a un potrero donde varios muchachos jugaban un partido de fútbol y los investigadores no descartaban que se haya originado en antiguos resentimientos o una venganza por la forma en que actuaron los agresores. Julio César Camacho vivía en el pasaje 517 al 1700, a unos doscientos metros del lugar donde fue ejecutado. El lunes a la noche, el hombre llegó hasta un campo que queda sobre calle Heliotropo, donde un grupo de jóvenes jugaba un partido de fútbol. La secuencia del crimen aún estaba confusa para los detectives de la Brigada de Homicidios y de la subcomisaría 19ª, encargados de investigar el caso. Lo cierto es que en un determinado momento llegó hasta el lugar un grupo de hombres jóvenes que se dirigieron directamente hacia Camacho. Entonces se desencadenó una discusión y una pelea a golpes hasta que se produjeron dos disparos. Según un vocero de la Brigada de Homicidios, Camacho recibió un tiro en la espalda y otro en el pecho, que le provocaron la muerte cuando era conducido hacia el Hospital Roque Sáenz Peña. Una fuente policial contó que a pesar de que el partido se disputaba a muy pocos metros de donde ocurrió el ataque, los participantes del partido "sugestivamente no vieron ni escucharon nada". Con el correr de las horas, la investigación policial logró avanzar y obtuvo una descripción "bastante creíble" de algunos de los presuntos protagonistas del grupo del cual partieron los disparos. Anoche, la policía evaluaba la situación de algunos sospechosos de haber participado en la pelea junto al Juzgado de Instrucción Nº7, a cargo de la investigación del crimen. "La pelea que terminó en homicidio fue protagonizada por personas que no serían de Las Flores", opinó uno de los investigadores a la hora de buscar hipótesis. Un presunto ajuste de cuentas o una venganza son las teorías que por ahora maneja la policía para explicar el crimen. "Al no ser de barrio Las Flores, los homicidas tal vez lo hayan ido a buscar directamente. Además, la víctima tuvo algunas entradas en la policía", comentó la fuente policial. Según el mismo vocero, vecinos del lugar dieron algunos y pocos datos con la descripción física y de vestimenta de los sospechosos, quienes en primer momento no habían sido identificados con nombre y apellido. En ese sentido, otro investigador sostuvo que los sospechosos suelen tener "aguantaderos" en Las Flores y en La Granada, una villa vecina que se encuentra al norte de avenida Circunvalación. De todas maneras, el portavoz hizo hincapié en la falta de colaboración de testigos. "En esta zona hablar, para los vecinos, es comprometerse hasta el cuello", comentó en referencia a la reticencia a romper pactos de silencio. "Es un barrio muy delicado, apenas se puede avanzar brindando confianza y seguridad a los vecinos, que viven con temor a represalias", señaló otro vocero. "Todo ocurrió mientras se jugaba un partido de fútbol. Todos vieron al grupo que peleaba, pero nadie quiere decir quién fue", se quejó un oficial de la subcomisaría 19ª.
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