La Justicia impuso penas de entre 21 años y dos años y medio de prisión para los cinco acusados de haber asesinado a Miguel Lecuna, marido de Georgina Barbarossa, en noviembre de 2001. Las penas impuestas resultaron menores que las que habían reclamado la fiscalía de juicio y la parte querellante, aunque la actriz se mostró satisfecha con las condenas. El tribunal condenó a Oscar Barros a 21 años de cárcel por haber asesinado a Lecuna, en tanto Gabriel "Cara de Goma" Gómez y Juan Carlos Schmit recibieron la pena de 16 años de prisión como coautores del homicidio. Mientras tanto, Walter Jorge fue condenado a 4 años y medio por el delito de robo, y Antonio Arregui recibió la pena de dos años y medio, aunque en suspenso, por lo que recuperará la libertad. El tribunal rechazó además el pedido de tres de los acusados para que se investigue la conducta del fiscal de Cámara Norberto Quantín, quien supervisó la pesquisa por este homicidio. Según había dicho uno de los acusados, Quantín lo intimó a marcar sospechosos en fotos a cambio de beneficiarlo en su situación procesal. Vestida de blanco, Georgina escuchó en silencio pese a los llantos de todos quienes estaban a su alrededor, las condenas por el crimen de su marido. Poco antes del ingreso del Tribunal se paró de su asiento en la sala colmada y a los gritos le pidió a algún periodista que cediera la silla a su madre. "Un poco de respeto", reclamó. A esa altura, minutos antes de las 17, los policías de custodia habían cerrado la puerta de acceso a la sala de audiencias del sexto piso del Palacio de Tribunales. Los camarógrafos y fotógrafos saltaron por la única ventana abierta e incluso tres de los detenidos llegaron esposados hasta el lugar pero sus custodios tuvieron que llevarlos a lo largo de un pasillo hacia otra entrada para poder llegar a la sala y escuchar el veredicto. "Asesino", "asesino", gritaron los familiares de Barbarossa y Lecuna cuando se escuchó la sentencia contra Barros, para quien el fiscal y los abogados de la víctima habían pedido prisión perpetua. "Esto no va a quedar así, vamos a recurrir el fallo porque no se escuchó ninguno de nuestros argumentos, todo esto fue orquestado", anticipó el abogado de Barros, Eliseo Begonia. El letrado calculó que el condenado como coautor de homicidio en ocasión de robo deberá purgar diez años más de condena efectiva, antes de poder solicitar algún beneficio excarcelatorio. La animadora televisiva se quedó parada, inmóvil, de manos cruzadas, estupefacta y en silencio en medio del caos que generó el veredicto. En la sala se mezcló el llanto de los familiares de los condenados, los de la víctima y la alegría del único liberado, Antonio Arregui. La madre de este último se dirigió presurosa a la alcaidía a buscar a su hijo. "Nos lo llevamos, llamá a la tía Petra para que junte a todos en su casa, vamos a festejar", ordenaba a los gritos a su hija en la escalera de Tribunales. "Es un asesino, queríamos reclusión perpetua, no esto", dijo a los gritos fuera de la sala un familiar de Lecuna antes de ser desalojado del pasillo por la policía. Por la mañana, los imputados tuvieron la oportunidad de pronunciar sus "últimas palabras", momento en el que Gómez volvió a declararse inocente y reiteró sus imputaciones sobre el fiscal Quantín, que luego fueron descartadas por el tribunal. Con breves intervenciones y cada uno a su turno, los acusados Carlos Schmit y Oscar Barros también se manifestaron "inocentes" y ajenos al episodio registrado el 2 de noviembre de 2001 en Gorriti y Sánchez de Bustamante, de Capital Federal, donde el marido de Barbarossa fue apuñalado cuando viajaba en un taxi. (Télam y DyN)
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