Año CXXXVI
 Nº 49.792
Rosario,
martes  25 de
marzo de 2003
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Las juntas barriales no sólo quieren más policía para combatir el delito
Los rosarinos piden más iluminación y apertura de calles para ganar seguridad
La poda de árboles y la limpieza de terrenos baldíos completan la lista de los reclamos más frecuentes

CARINABAZZONI
La Capital
En materia de seguridad, los reclamos de los rosarinos no se limitan solamente a una mayor presencia de la policía. En muchos casos la apertura o pavimentación de algunas calles estratégicas, la iluminación, la poda de árboles o la erradicación de un basural se suman a la lista de pedidos. Al menos, esto es lo que surge de un diagnóstico que realizó la oficina de coordinación de juntas de seguridad ciudadana que depende del Ministerio de Gobierno de la provincia. "La sensación de inseguridad que se vive actualmente está muy vinculada al tema de los delitos menores, como robos y arrebatos, que pueden prevenirse a partir de mejorar las condiciones urbanas de los barrios", advirtió el delegado local de Gobierno, Diego Giuliano.
Y la misma impresión se llevan los concejales que comenzaron a participar de as reuniones de las juntas de seguridad. "El primer reclamo se plantea hacia la policía, ya sea porque tiene poca presencia en el lugar o porque la atención a los vecinos es mala. Pero al mismo tiempo se escuchan quejas por falta de alumbrado en las calles, basurales o terrenos baldíos que se transforman en lugares peligrosos", sostuvo el presidente de la comisión de Seguridad del Concejo Municipal, Ricardo Reynoso (PPS).
Para el delegado local del ministerio de Gobierno, la principal función que tienen las juntas de seguridad es la de detectar aquellos problemas que impiden la prevención de delitos. Y puestos en esta tarea, los vecinos quieren hacerse oír.

Un rosario de quejas
La zona oeste fue una de las primeras que, en marzo de este año, salió a la calle para reclamar mayores medidas de seguridad. Y si bien los vecinos reconocen que "algunas cosas cambiaron", hay problemas que todavía persisten. Por ejemplo, la necesidad de abrir el tránsito en algunos sectores que quedan aislados por las vías del ferrocarril y que los delincuentes utilizan muchas veces como salvoconductos.
"Hay todo un sector cercano a las vías del ferrocarril Belgrano entre Felipe Moré y Paraná y las vías del Mitre que forman un triángulo donde el único paso a nivel que existe es el de calle Santa Fe", detalló Héctor Sánchez, representante del barrio Ludueña Sur, a la par que advirtió que "los ladrones utilizan la falta de pasos a nivel para escaparse por allí sin que la policía los pueda seguir".
El mismo problema se repite en la zona sur. Más precisamente en barrio Alvear, que está cercado por las vías del Belgrano y del Nuevo Central Argentino. "Son varias cuadras que quedan aisladas y están muy cercanas a la villa; así que nos roban, se esconden en la villa y la policía los pierde", comentan los vecinos.
No obstante, a la hora de sumar quejas, la falta de iluminación sale ganando por varios cuerpos. En este punto los reclamos se dividen entre aquellos barrios que solicitan la instalación de más luminarias, principalmente en la zona sur, o las arterias que cuentan con un buen alumbrado pero la falta de escamonda y poda de los árboles convierte a las calles en "verdaderas bocas de lobo".

Las "cuevas"
En otros casos, los reclamos se acotan a la limpieza de basurales o edificios abandonados que, de acuerdo a la experiencia de los vecinos, "sirven de cueva a los delincuentes".
Ese es el caso de un refugio para el transporte urbano de pasajeros que se levanta en Paraná y Montevideo. "Los pungas se esconden allí y aprovechan para robarle a la gente que espera el colectivo", afirmaron a La Capital quienes conocen el barrio y ya empezaron a recolectar firmas para pedir la demolición del refugio.
En Matienzo entre Eva Perón y Santa Fe también tienen su cruz. Allí se levantan los restos de una fábrica abandonada donde "se junta gente de mal vivir". Y ya pidieron a la Municipalidad que la tire abajo, limpie el lugar y lo ilumine. "Pero nunca nos escucharon; cuando hay que llevar a los chicos a la escuela, sentimos miedo de pasar por allí", confesaron.
A veces, hasta los baches de la calle pueden originar robos. Y eso lo saben quienes viven cerca de Montevideo entre Avellaneda y Provincias Unidas, que sumaron la reparación de calzadas como una de las condiciones para mejorar la seguridad. "Muchas veces los autos paran frente a un pozo y allí aprovechan para robarlos", señalaron.
"La ciudad puede tener muchos baches, basurales o calles sin iluminación, pero cuando a este tema se suma el de la inseguridad deberían tener una respuesta más urgente", consideró Reynoso, y se comprometió a elevar a la Intendencia los pedidos de cada uno de los barrios.



En 3 de Febrero y Paraná los árboles tapan la iluminación. (Foto: Daniel Carrizo)
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