| | Urbanistas hablan de cómo recuperar un área que cae y piden políticas públicas La gente les pone entre 4 y 6 de calificación a las calles del centro San Juan entre San Martín y Entre Ríos es considerada una de las zonas más deslucidas. Luego, la terminal
| Una encuesta sobre urbanismo arrojó que calle San Juan desde San Martín a Entre Ríos es considerado uno de los lugares más deslucidos de la ciudad (4,7 puntos de ponderación), seguido por calle Santa Fe a la altura de la terminal de ómnibus (4,9). El equipo investigador del Instituto de Desarrollo Regional (IDR), dirigido por Andrés Mautone, entregó a la gente un listado con siete tramos de la ciudad y pidió que los califique con puntaje de 1 a 10 de acuerdo al "estado de calzada y veredas, frente de los edificios, limpieza, tránsito vehicular y flujo peatonal". Calle San Luis entre San Martín y Entre Ríos, y Santa Fe entre las mismas arterias mostraron también escasa ponderación (4,9 y 5,3 respectivamente) seguidas por Corrientes entre San Lorenzo y Catamarca (5,7). Los encuestados (400 personas) evaluaron un poquito mejor las cuadras de las peatonales, a las que consideraron como los lugares menos malos entre los ofrecidos y otorgaron un 5,7 de promedio a Córdoba entre Laprida y Maipú y 6,0 a San Martín entre Rioja y San Luis. El arquitecto Marcelo Barrale, investigador de la Universidad Nacional de Rosario y también miembro del IDR, opinó que "una ciudad que se pretenda competitiva no puede tener un centro abandonado". En esa dirección, reclamó la puesta en marcha de políticas públicas de la Intendencia "que se decidan escuchando a los vecinos y a los comerciantes minoristas" de la zona. "El habitante del centro es por lo general un habitante antiguo, de clase media o media alta, acostumbrado a no quejarse salvo por el tema de los boliches. Hay que buscar la manera de llegar a él para hacer lo que hacen las ciudades europeas, que resuelven los problemas en conjunto", dijo. Barrale, titular de la cátedra de Proyecto Arquitectónico de la Facultad de Arquitectura, dijo que "vivir en el centro histórico de la ciudad debe ser un orgullo, como décadas atrás, porque en el centro está el patrimonio histórico más relevante; los mejores edificios, teatros, restaurantes, cines y bares". Acerca de las causas que le restaron público citó primero "el cambio en el consumo de los 90, que aumentó el parque automotor e instaló el shopping a los costados de avenida de Circunvalación con los híper Libertad, Carrefour y Makro". Luego mencionó "la transformación del sistema bancario que le restó gente al centro en los últimos años. Ya antes del cacerolazo los bancos lo estaban abandonando al afirmar la atención en la operación telefónica". A todo ello "se sumó la descentralización municipal con la creación de los centros de distrito". Pero en este punto destacó como positiva "la recuperación del edificio de la Aduana y la concentración de oficinas municipales allí, como recientemente ocurrió con el traspaso de Registración e Inspección". Andrés Mautone, director del equipo encuestador, destacó la "importancia" del relevamiento "para el mercado inmobiliario y comercial de la ciudad". Precisamente las opiniones reflejaron de alguna manera la evolución del mercado inmobiliario de los últimos años, ya que en los lugares mencionados se advirtió un descenso de la cotización del metro cuadrado con relación a otras zonas. Días recientes, en una entrevista con La Capital, el arquitecto y urbanista Rafael Iglesia (premio Konex de Platino 2002) dijo que caminar por las peatonales luego del horario comercial era "para temerarios o practicantes del turismo aventura".
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