El presupuesto provincial 2003 refleja el estilo de austeridad y equilibrio en las cuentas públicas que ha caracterizado a la actual administración. No obstante, varios factores, sumados a la incertidumbre de un año electoral, condicionan significativamente el logro del superávit previsto.
La política que adopta el gobierno provincial en materia de impuestos y gastos es una información que ayuda a las empresas y los consumidores en la tarea de decidir su conducta en términos económicos. Pero entre las cosas que la devaluación y la crisis económica han privado a los argentinos, se cuenta la posibilidad de hacer pronósticos razonablemente confiables, como también ha perdido valor analítico la comparación con presupuestos anteriores.
El presupuesto 2003 prevé un superávit de $ 2,5 millones. De concretarse efectivamente, se estaría cumpliendo con holgura la meta de reducción del 60% del déficit acordada con el FMI.
Las previsiones de gastos y recursos fueron elaboradas en base a una hipótesis de crecimiento de la actividad económica del 3% y una inflación promedio anual del 38%. Estas hipótesis son las mismas que adoptó el Ministerio de Economía para la elaboración del presupuesto nacional 2003. Es decir que el gobierno provincial supone que la economía santafesina tendrá el mismo crecimiento y la misma inflación que la economía argentina.
Si se comparan las cifras del presupuesto 2002 con la ejecución estimada con datos a noviembre, se observan fuertes desvíos que determinan un escaso valor analítico de la comparación en términos nominales. Esto se debe a los importantes cambios ocurridos en macroeconomía durante el año pasado. En efecto, mientras el presupuesto 2002 preveía un déficit de $18,8 millones, los datos de la ejecución provisoria muestran un resultado positivo de $185,5 millones.
Del mismo modo, si comparamos los presupuestos 2002 y 2003, el déficit se reduce en $ 21,3 millones, mientras si se compara el presupuesto 2003 con la ejecución provisoria 2002, se produce una disminución del superávit de $ 183 millones.
Los recursos totales previstos para el 2003 superan en 19,5% a los efectivamente percibidos durante el 2002. Dentro de los recursos corrientes, se espera un crecimiento del 16,9% de los recursos tributarios provinciales, que resulta consistente con la pauta de inflación adoptada (38%), pues durante el 2002 en que la inflación promedio fue 25,9%, la recaudación total creció 11,9%.
Recursos y gastos
Llama la atención el significativo aumento previsto en las transferencias nacionales, que son un 26,1% mayores a las recibidas en 2002. Este dato resulta más llamativo cuando se observa que el presupuesto nacional 2003 incluye transferencias corrientes a Santa Fe por $1.351,3 millones, es decir $ 389,4 millones menos de lo previsto por la provincia. Una posible explicación al aumento antes mencionado, podría obedecer a que el gobierno provincial esté computando ingresos adeudados por la Nación en concepto de coparticipación y otros rubros, cuyo monto total se desconoce.
Los gastos totales presupuestados para el 2003 representan un aumento del 26,9% en relación al gasto ejecutado en el 2002. Se destaca una importante recuperación del gasto de capital, que luego de caer bruscamente en el 2002, vuelve a tener cifras similares a las de años anteriores.
Condicionamientos para poder cumplir
Dentro del análisis del gasto por entidad, merece destacarse el significativo aumento de los intereses de la deuda pública, que pasan del 2,1% al 5% del gasto
El 2003 es un año electoral y existen varias asignaturas pendientes que van más allá de la actual estabilidad cambiaria, cuya resolución puede ensombrecer aún más el contexto macroeconómico: renegociación de la deuda externa, compensación a los bancos por la pesificación asimétrica, cumplimiento de metas fiscales, incremento de tarifas, etc.. Es importante mencionar algunos factores que pueden generar a corto o mediano plazo desvíos en la situación fiscal provincial:
* En primer lugar, los recursos esperados dependen íntimamente de los supuestos acerca del crecimiento real de la economía y de los precios. El presupuesto 2003 adopta la hipótesis de un incremento promedio anual del IPC del 38%, en tanto se estima un crecimiento del impuesto a los ingresos brutos, uno de los tributos más incididos por el comportamiento de los precios, del 16,6%. En consecuencia están adoptando una elasticidad de precio con respecto de la recaudación de este impuesto, igual a 0,44. Si dicha elasticidad se mantiene constante, por cada punto de incremento en el nivel de precios la recaudación de ingresos brutos, aumentará en $ 2,1 millones, o viceversa.
* En segundo lugar existen algunos factores que están presionando sobre el nivel de gasto. Por un lado el gobierno continúa utilizando recursos de la ley de emergencia económica y previsional, que desde 1999 establece descuentos a los jubilados provinciales y empleados activos y cuya vigencia se ha prorrogado al año 2003. Sin embargo esta situación no podrá prolongarse demasiado en el tiempo: como el gobierno nacional restituyó el recorte del 13% a los jubilados, las presiones para la derogación de la ley se están haciendo cada vez mayores. Paralelamente a esta situación, se están generalizando los reclamos de aumento salarial, especialmente por parte de los docentes. La derogación de la ley de emergencia implicaría un aumento del gasto de $54,6 millones de pesos en el 2003, en tanto un incremento salarial de $150 (análogo a lo establecido para el sector privado) para el total de la planta permanente de la administración provincial (92.956 personas) significaría un aumento del gasto de $167,3 millones aproximadamente, que representa el 12% del gasto en remuneraciones.
La política presupuestaria explicitada en el presupuesto 2003 continúa con el estilo de austeridad y equilibrio en las cuentas públicas, que ha caracterizado a la actual Administración Provincial, pues prevé un superávit de $2,5 millones.
El elemento a favor del logro del superávit fiscal es el estilo de gobierno antes mencionado. De todos modos, la posibilidad que se concrete el aumento esperado del 26,1% en las transferencias de origen nacional, las presiones de aumento de salarios y de derogación de la ley de emergencia económica, que seguramente serán fuertes, son los factores que condicionan el cumplimiento del obejtivo.