La cosecha récord de granos que se prevé para este año cambiará la imagen del río y las costas del Gran Rosario. Es que se estima que por la decena de puertos que se encuentran instalados desde Villa Constitución hasta San Lorenzo, saldrá cerca el 80 por ciento del total de exportaciones nacionales. A raíz de esto, tanto desde Prefectura Naval como desde la Bolsa de Comercio local esperan una gran cantidad de buques navegando por esta zona y hasta calculan que el movimiento fluvial superará al de 2002, cuando en los primeros cinco meses se había registrado el paso de 5 mil embarcaciones. Ahora, en sólo tres meses, ya son 3 mil los barcos que surcaron este sector del Paraná.
El dato no es menor si se tiene en cuenta que aún no comenzó el movimiento exportador de soja, lo que derivará en un masivo tránsito de buques hacia los puertos de la región.
En lo que va del año, la Prefectura Naval ya contabilizó 3 mil embarcaciones, 350 de las cuales eran buques cerealeros de ultramar. Se trata de las embarcaciones conocidas como Panamax, que tienen 230 metros de eslora y 25 metros de manga.
Según explicaron desde Prefectura, "estos grandes buques provocan un gran movimiento de embarcaciones más pequeñas a su alrededor". Se trata de barcos tanques (que los proveen de combustible) y remolcadores que trabajan codo a codo con la nave más grande.
Los prefectos están convencidos de que el tránsito fluvial superará al del año pasado, ya que al movimiento de la cosecha de soja se sumará la exportación de cítricos y azúcar que comenzará en los primeros días del invierno.
Por su parte, el director de Relaciones Institucionales de la Bolsa de Comercio, Héctor Di Benedetti, señaló que "aún es muy difícil adelantar qué cantidad de buques llegará a los puertos de Rosario y el Gran Rosario", pero destacó que el tránsito fluvial "estará directamente relacionado con el estado del río. Si el nivel del Paraná viene en baja, entonces seguramente habrá más barcos porque los más grandes no podrán operar en buenas condiciones", precisó.
No obstante, recordó que "el río tiene hoy garantizado un calado de 32 pies desde Puerto General San Martín hasta la salida al mar", por lo que dio por descartada la presencia de imponentes buques en los puertos locales.
El año pasado, en los primeros cinco meses de 2002 surcaron por estas costas, entre otros, 1.524 buques ultramarinos, 706 buques tanque y 216 barcos de cabotaje fronterizo.
Por el Paraná fue posible observar embarcaciones tipo Panamax, Handy Panamax (un poco más cortos que los anteriores) y los espectaculares Cape Size, unos megabuques que llegan a tener 270 metros de eslora.
Un problema conocido
Junto a la cosecha récord también se espera una masiva llegada de camiones a las terminales portuarias de la zona. Y es allí donde realmente comenzarán los inconvenientes para Rosario.
Desde el Departamento de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio local, prevén que cerca de 35 millones de toneladas de granos llegarán a los puertos de la región en camiones, con lo que se espera que el problema de embotellamientos volverá a ser una postal repetida de la ciudad y sus accesos viales.
Se calcula que este año la cosecha de granos (maíz, trigo y soja) que será exportada rondará los 53,6 millones de toneladas. Y de esa cifra, todos los cálculos prevén que el 80 por ciento partirá hacia puertos europeos desde las terminales ubicadas en Rosario y su zona de influencia.
Y a raíz de esto, los hombres de negocios vuelven a alertar sobre los posibles inconvenientes que podría traer la masiva llegada de camiones. "La presencia de rutas intransitables, accesos en pésimos estados y empresas cerealeras que no respetan los cupos máximos de camiones para descargar, puede provocar numerosos problemas", indicó Di Benedetti.
Estiman que uno de los sectores con mayor grado de conflicto será Pérez. Allí, según Di Benedetti, "el acceso a la planta es calamitoso, no hay señalización, hay poca infraestructura para que los camioneros puedan descansar y la playa de estacionamiento será insuficiente para la gran llegada de unidades".
A esto se suma el mal estado de la ruta AO12 que desde su intersección con la ruta 9 hasta las terminales portuarias de San Lorenzo, presenta una gran cantidad de baches y suele congestionarse con frecuencia.
Frente a esta realidad, desde la Bolsa volvieron a insistir con la concreción del proyecto Circunvalar, cuyo objetivo es realizar obras de infraestructura viales y ferroviarias que correrían paralelas a la AO12.
En el río, en tanto, la llegada de los grandes buques será fiscalizada por la Estación Costera de Seguridad Rosario, el organismo de la Prefectura Naval que controla el movimiento fluvial a lo largo de 104 kilómetros de vías navegables, desde Villa Constitución hasta San Lorenzo. Algo es seguro, el Gran Rosario se convertirá en la puerta de salida del 80 por ciento de las exportaciones argentinas y el río volverá a ser transitado por cientos de barcos con destino a puertos europeos. Un signo por demás de alentador en tiempos de crisis.