Año CXXXVI
 Nº 49.790
Rosario,
domingo  23 de
marzo de 2003
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El presidente volvió a fustigar, sin nombrarlo, al riojano
Duhalde niega "pelea personal", pero le sigue pegando a Menem
El jefe del Estado aclaró que sus cuestionamientos apuntan al modelo económico aplicado durante los 90

El presidente Eduardo Duhalde aseguró ayer no tener "ninguna pelea personal" con el ex jefe del Estado Carlos Menem y, si bien sostuvo que no le importa que los medios periodísticos "interpreten lo que quieran", aclaró que en realidad sus críticas son "hacia el modelo (económico) que empobreció al país".
Duhalde afirmó que "los que tomen" sus críticas vertidas el viernes hacia el modelo económico aplicado durante la gestión de Menem "como que es un tema vinculado a lo personal con cualquier dirigente, se equivocan".
Pero más tarde, aprovechó un acto de entrega de viviendas en el populoso distrito bonaerense de La Matanza, junto al gobernador y candidato a la reelección, Felipe Solá, y el intendente Alberto Balestrini, para volver a cargar (sin nombrarlo) contra el riojano.
"Aquellos argentinos malos que (a poco de hacerse cargo del gobierno) decían que el dólar iba a valer diez o veinte pesos, hoy están preocupados porque sigue bajando", enfatizó el presidente.
Tras volver a apoyar "la renovación de la dirigencia política", Duhalde dijo anhelar que la "gente nueva del justicialismo tome las riendas", mencionando a Solá y a Balestrini.
"Compatriotas: avancemos a paso victorioso y ni un paso atrás. El futuro está delante de las nuevas generaciones", fue la arenga del mandatario, en rigor, otra indirecta arremetida contra Menem.
De este modo, Duhalde salió a contrarrestar las críticas también vertidas el viernes por Menem en un acto proselitista en Paraná, Entre Ríos, donde trató al presidente de "incapaz de generar empleo" y advirtió que su modelo económico productivista "está acabado, porque descendió en nivel de ingresos de los trabajadores".
Aunque, previamente, el jefe del Estado había intentado despegar sus críticas al modelo económico aplicado en la década pasada por Menem de los ya constantes cruces verbales con el riojano.
"Los que lo tomen como que es un tema vinculado o personal con cualquier dirigente, se equivocan. Mi convicción pasa por otro lado", enfatizó Duhalde, quien explicó que "en realidad" su crítica "es la de siempre".
"Mi crítica es a un modelo económico que está a la vista: excluyó a una cantidad enorme de gente empobrecida", precisó. Luego, en La Matanza, donde no se privó de caminar por un barrio carenciado y tomar mate con los vecinos, afirmó que "aunque muchos (candidatos) en campaña electoral pretenden ignorarlo, se terminó la recesión".
"Este año", destacó, con el nuevo modelo económico productivo, "el país entró en una etapa de creación de riqueza", por lo que el presidente vaticinó: "Se va a ir superando la indigencia y la pobreza".
Luego indicó que "lo más importante es que pusimos en marcha una nueva economía, distinta que la anterior, en la cual ustedes iban a comprar al supermercado y todo lo que allí había era importado, y cada vez que lo hacíamos le quitábamos un segundo, un minuto de trabajo a un compatriota".
"Hoy debemos celebrar. Ya no quedan dudas, aunque muchos, sobre todo en campaña electoral, pretenden ignorarlo. Como dijo el presidente del BID, (el año próximo) vamos a crecer el 5 por ciento, o aún más", vaticinó Duhalde.
De inmediato, insistió en que en sus críticas apuntan al anterior modelo económico. "No miro hacia atrás porque sí", sino que "lo hago porque estoy exhortando a los argentinos a no dar un solo paso atrás".
Sin embargo, consultado sobre a quién se refería al señalar que "aquellos argentinos malos que (al asumir su gobierno) decían que un dólar iba a valer diez o veinte pesos", y si se trataba de Menem, Duhalde se mostró ambiguo: "Busque en la cinta (con declaraciones de archivo) y se va a enterar".
Por último, el mandatario reiteró "que me quedan dos meses (de gestión), estoy en la recta final".



El presidente tomó mate con los vecinos de La Matanza.
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