Año CXXXVI
 Nº 49.790
Rosario,
domingo  23 de
marzo de 2003
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El viaje del lector
Francia: Aires bohemios en París

Liliana Olga Savignano

París es una ciudad cautivante, donde cada rincón esconde un retazo de historia, donde el arte se descubre no sólo en los enormes museos, sino a cada paso, en la fachada de cualquier edificio, en alguno de los tantos puentes que cruzan el Sena, o transitando por sus pintorescos barrios. Todo lo que conocí en París me maravilló, pero en esta nota de viaje me referiré a ese "quartier" (barrio) que muchos pintores y artistas hicieron célebre: Montmartre.
Comencé mi itinerario remontando el boulevard de Clichy hasta llegar a Place Blanche, frente a la cual se encuentra el famoso cabaret Moulin Rouge, inmortalizado en las obras de Toulouse Lautrec, y donde los turistas se deleitan cada noche con el vistoso espectáculo del can-can, actualmente más for export, si bien conserva algunas reminiscencias de fines del siglo XIX.
Continué luego internándome por los vericuetos de calle empedradas y llegué a la base del funicular que me llevaría hasta la imponente basílica del Sagrado Corazón, con sus cúpulas asombrosamente blancas y que, por estar sobre una colina, es visible desde cualquier lugar de París. Majestuosa por fuera, enorme y magnífica por dentro. La fachada tan blanca del Sagrado Corazón se debe a la cualidad especial de la piedra de Chateau-Landon que se emblanquece y endurece con el paso del tiempo. El panorama que se observa desde la amplia explanada de la basílica es indescriptible.
Muy cerca de allí la plaza de Tertre, el corazón bohemio de Montmartre, donde se dan cita los pintores y retratistas procurando "atrapar" a los turistas con los trabajos. Es un verdadero placer sentarse en alguno de los cafés al aire libre que bordean la plaza y simplemente contemplar todo ese derroche de movimiento y colorido que bulle ante nuestra vista, como también divertirse con los múltiples artistas ambulantes que realizan shows cerca de la iglesia.
Ningún amante del arte que se precie de tal debe dejar de visitar Montmartre. Me emocionaba pensar que éste era el lugar de reunión de pintores como Renoir, Modigliani, Van Gogh, Picasso y tantos otros.


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