Dueño de una de las tradiciones literarias más ricas y antiguas de Europa, desde los relatos medievales del Rey Arturo hasta los versos de Dylan Thomas, Gales posee una impronta poética que roza las fibras más íntimas de la cultura autóctona. Gales se distingue por ser un país que ha dado incontables poetas y donde el fervor literario es notablemente popular, a tal punto que hay todos los años varios festivales y concursos de poesía que se vienen realizando, en algunos casos, desde hace siglos.
A caballo de esta tradición, y con una ingeniosa estrategia publicitaria, en 1962 un excéntrico librero llamado Richard Booth eligió un pueblito de Gales para instalar una librería que lo convertiría en el mayor vendedor de libros usados del mundo. Como primer paso, Booth adquirió el edificio de la vieja estación de bomberos de Hay on Wye. Entre las paredes de ese galpón comenzaron a acumularse montañas de libros y fue gestándose la metamorfosis socioeconómica del pueblo, que acarrearía un cambio radical en la vida de sus aletargados habitantes.
Booth recorrió el país entero comprando todos los libros usados que pudo conseguir, incluyendo la adquisición de bibliotecas enteras sepultadas bajo el polvo durante siglos. La prédica de Booth rezaba que "los libros viejos nunca mueren, e independientemente de lo inútil que pueda ser un libro para el 99 por ciento de las personas, en algún lugar siempre va a haber alguien interesado en leerlo".
El "imperio" de los libros estaba en ciernes, y la falta de espacio para los estantes llevó a Booth a comprar un castillo medieval ubicado en los altos del pueblo, donde instaló una nueva megalibrería. Más tarde, el inquieto librero inició sus viajes a los Estados Unidos, de donde trajo containers con 150.000 libros usados que luego, en muchos casos, vendía nuevamente a turistas norteamericanos que visitaban el pueblo. Ya a mediados de los 70, Booth tenía en oferta más de un millón de libros de segunda mano, por lo cual fue incluido en el libro Guinness de los Records.
El reino de los libros
El 1º de abril de 1977, Richard Booth ofreció al mundo una célebre actuación mediática al declarar a Hay on Wye "un reino independiente de la corona inglesa". Para la ocasión se autoproclamó rey de un nuevo reino "ubicado entre Inglaterra y Gales". El jefe del condado de Breconshire reaccionó públicamente aseverando que "Hay on Wye es parte integral de las islas Británicas", otorgándole a la coronación una seriedad que en un principio el propio Booth no pretendía darle. La curiosidad que despertó todo esto atrajo el interés de tres cadenas de TV y ocho diarios nacionales.
Al estar necesitado de fondos para restaurar el castillo -y burlándose un poco del mundo de la realeza- el nuevo "monarca" propuso durante la celebración inaugural la venta de títulos de nobleza, una práctica que aún hoy sigue dando resultados.
Las librerías
La leyenda del Reino de los Libros comenzó a crecer atrayendo a periodistas de toda Europa, y detrás vinieron incontables turistas y amantes de los libros. La economía local sufrió una reconversión imparable y las librerías comenzaron a proliferar de manera asombrosa. Muchos empleados de Booth abrieron sus propios negocios, y otros libreros llegaron desde lugares remotos para sumarse con propuestas específicas, algunas algo estrafalarias.
Hay on Wye es un poblado de calles angostas que bajan de la montaña, flanqueadas por casas de piedra al estilo galés. Las librerías están una al lado de la otra, y durante una recorrida se justifica visitar las 39 que hay en funcionamiento, cada cual con su propio encanto.
En Boz Books se especializan en primeras ediciones de libros antiguos. Allí los coleccionistas encuentran las ediciones originales de Charles Dickens. En Children's Bookshop hay millares de libros para niños, incluyendo joyas bibliográficas como la primera edición de Peter Pan ilustrada, de 1912. En Murder and Mayhem la especialidad son los libros de crimen, terror y detectives, en un contexto bizarro decorado con toda clase de monstruos. Los amantes del boxeo también tienen su propia librería en Lion Street Bookshop, mientras que los fanáticos del cine podrán sumergirse al placer en su mundo preferido, al visitar la Hay Cinema Bookshop, con millares de libros sobre la industria cinematográfica.
En Bag of Books se pueden conseguir, por ejemplo, La Historia de la Sexualidad, de Michel Foucault, la versión inglesa de Los Siete Locos, o Crimen y Castigo. Aquellos que estén a la búsqueda de libros casi imposibles de conseguir, pueden acercarse hasta Booksearch, donde en pocos minutos se realiza una búsqueda por Internet consultando los inventarios de 20.000 librerías, que abarcan 20 millones de títulos. Para acceder a este servicio no hace falta viajar hasta Gales, ya que la búsqueda y la compra se pueden realizar por Internet en www.acedia.co.uk
Un capítulo aparte
Las dos librerías de Richard Booth, quien todavía reside en el pueblo, son un capítulo aparte. El negocio de la calle Lion Street es una verdadera biblioteca de Babel con más de 400.000 textos sobre casi cualquier tema. Entre algunas rarezas a bajo precio se consiguen las ediciones de la revista París Match correspondientes a la 2da. Guerra Mundial, ejemplares antiguos de la National Geographic y ediciones viejas de la Enciclopedia Británica.
La otra sede del negocio de Booth es el castillo medieval de Hay, dividido en grandes secciones como fotografía, humor, etnografía americana, ecología, cine, historia del transporte, ciencia ficción y arte. La sección más original está al aire libre y se llama Honesty Bookshop, donde el cliente toma los libros directamente de los estantes y paga depositando una moneda de media libra en una cajita, sin control alguno de los vendedores. Munido de paciencia, el comprador puede encontrar allí algunas joyas literarias de escritores de la talla de Graham Greene y Ernert Hemingway.
Para todos los gustos
Una de las librerías más interesantes del pueblo es Marijana Dworski, dedicada a los libros de viajes y los referidos al aprendizaje de toda clase de lenguas del mundo. Allí se puede adquirir un curso con cassettes de idioma mongol y libros sobre numerosas lenguas indígenas. En los estantes pueden verse apilados títulos como "Introducción a las lenguas de Africa", "Arabe para principiantes", "Gramática Yoruba", "Las lenguas turcas de Asia Central", y "El idioma de Nueva Guinea".
Pero acaso la librería más excéntrica de todo Hay on Wye sea B and K, perteneciente al intendente del pueblo, quien es un fanático acérrimo de la cría de abejas. Para Karl Showler, la apicultura es la gran pasión de su vida (a la política se dedica desde hace muy poco) y ha publicado varios libros eruditos en el tema. En su biblioteca privada hay cuatro paredes cubiertas hasta el techo con libros sobre abejas, y entre los ejemplares a la venta se destacan títulos de verdadero corte surrealista como: "La Biblia de la terapia del veneno de abejas", "La nación voladora", "La abeja sagrada en la antigüedad", "60 años con las abejas", "Mil años de cría de abejas en Rusia", y "El sentido común en la apicultura".
Para más información contactarse con la página de Internet: www.visitbritain.com/ar