Año CXXXVI
 Nº 49.790
Rosario,
domingo  23 de
marzo de 2003
Min 22º
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Desde el miércoles Zoilo dará un curso de doma con la impronta de Beas
El dibujante enseñará "cómo se trata a una yegua" en una pícara tira que retratará costumbres camperas

El dibujante Héctor Beas está convencido que Rosario es la capital nacional de la potra. Y creyó adecuado brindar un curso para enseñar cómo se doma una potra, cómo se amansa, cómo hay que hacer para acercarse sin que ella se resista y, lo más importante, cómo montarla. Para ello, nada mejor que un hombre de campo, entendido en la materia, como Zoilo Quiroga, el gaucho que todos los días regala enseñanzas y sonrisas en la contratapa de La Capital. El curso "práctico humorístico de doma racional" comenzará este miércoles, en el mismo espacio donde Zoilo aparece junto a su inseparable amigo Oreste. "La idea es que la gente aprenda palabras y costumbres camperas, en una tira diaria", dijo el dibujante.
No es casualidad que Beas muestre cierta devoción con la temática del campo. Muchos lo conocen como "el gaucho" y no es porque tenga un Martín Fierro en la mesita de luz. Reside en Pérez, donde en compañía de su familia montó todo un escenario. Allí puede verse una pulpería, un rancho, el aljibe y, claro está, los caballos. Y de la mixtura entre su vida laboral con los ruidos de la ciudad y la paz de ese verde que no cambia por nada salió la idea de brindar esta enseñanza. Pero para eso, como se encargará de advertir, deberá contar "con la complicidad del lector".
El dibujante es un investigador consecuente de todos los temas vinculados al campo y esa pasión no sólo la muestra a través del personaje que acompaña cada edición de este diario. Los caballos son casi como una marca registrada de diversas exposiciones que acompaña con su firma.
"Zoilo tendrá la difícil misión de enseñarle todo a Oreste, que es ese ciudadano que no sabe nada pero quiere conocer cómo se llega a tener una potra de poncho y lazo", grafica. Otras expresiones que pueden aparecer a menudo en la tira son recado, sudadera, y bocao, entre explicaciones risueñas que mostrarán cómo se acerca el caballo a la cultura del hombre.


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