Investigadores de Hong Kong dijeron ayer que habían diseñado el primer análisis diagnóstico para un tipo de neumonía letal que se ha propagado por el mundo, lo que implica que podría estar cerca una cura para la misteriosa enfermedad. Alrededor de 350 personas en 13 países se han infectado con el agente patógeno, aparentemente un nuevo virus, que causa esta neumonía. En el mundo han muerto 11 personas, siete de ellas en Hong Kong. Casi todas las infecciones confirmadas están en Hong Kong, Vietnam, Singapur y Canadá. Se cree que la mayoría está vinculada a un médico chino de la provincia sureña de Guangdong, que trató a pacientes en China antes de morir de la enfermedad. "Creo que tenemos un nuevo virus", dijo ayer el profesor Malik Peiris, jefe de virología de la Universidad de Hong Kong, durante una conferencia de prensa. Sin embargo, cuando se le preguntó si era una nueva cepa o una mutación de un virus conocido, respondió "creo que es una cuestión de categoría. Si se ha mutado lo suficiente, entonces es algo muy diferente. Creo que para nosotros es muy importante estudiar los detalles antes de llegar a una conclusión de qué es lo que es", añadió. Científicos en Hong Kong, Taiwán, Alemania y Canadá ya habían identificado en pacientes llamados paramixovirus, que pertenecen a una amplia familia de microbios que incluye a los agentes que causan el sarampión, las paperas e infecciones respiratorias. El director de la Autoridad Hospitalaria de Hong Kong, Ko Wing-man, dijo a periodistas que la enfermedad podría ser causada por más de un virus. En la actualidad no hay una vacuna o cura específica para esta cepa de neumonía. Pero médicos de Hong Kong han estado tratando a pacientes con un medicamento antiviral, llamado ribavirina, combinado con esteroides. Los resultados muestran que el 70 por ciento de los pacientes mejora si se trata a tiempo, según Peiris. Su equipo de investigación aisló al virus del pulmón de un paciente y pudo cultivarlo satisfactoriamente para un estudio de laboratorio. Después, los científicos diseñaron un análisis diagnóstico que determinaría si una persona está infectada en un período de entre cinco y 14 días. Peiris señaló que el diagnóstico permitiría tratamientos a tiempo y, por lo tanto, mayores probabilidades de recuperación. "Con el cultivo celular y más conocimiento sobre el virus, anticipamos que pronto se desarrollará un régimen (terapéutico) más específico y que la meta a largo plazo será la producción de una vacuna", añadió. "Nuestros investigadores continuarán determinando las características genéticas y virológicas del virus para diseñar un mejor análisis diagnóstico". La Organización Mundial de la Salud emitió hace una década su primera alerta sobre la mortal enfermedad, llamada síndrome respiratorio agudo y grave. Funcionarios de Hong Kong dijeron ayer que otro paciente había fallecido, aumentando la cifra de muertos a nivel mundial a 11. Sin embargo, añadieron que no habían podido determinar si esta última víctima, un hombre mayor, murió de la enfermedad. (Reuters)
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