Chabás. - Una serie de muertes ocurridas en esta localidad en los últimos meses por enfermedades cancerígenas genera preocupación en la comunidad. Los datos demuestran que los índices de mortalidad por cáncer en Chabás superan la media provincial, aunque la mayoría de los casos corresponden a personas mayores de 75 años. Eso ocurre, según las estadísticas, debido a que la expectativa de vida en esa población, aunque resulte paradójico, está por encima del promedio santafesino, lo cual resulta al menos tranquilizador.
De 1998 al 2001 el nivel promedio de muertes oncológicas en la provincia fue de 146 sobre 100 mil personas, unos 10 fallecimientos menos de los ocurridos en este pueblo en igual período. Al margen de las causas, el tema no deja de inquietar a la comunidad. Por esa razón se prevé hacer un registro local de personas que padecen este mal además de campañas de salud preventivas. Lo mismo prevén en las filiales de Lalcec que funcionan en Arequito, Los Molinos y Casilda.
La acción surgió de una reunión entre autoridades locales, Lalcec y un grupo de vecinos con el director provincial de Promoción y Protección de la Salud, José Pividone. El problema también fue planteado en un encuentro con una delegación de la Fundación Fratérnitas y de Medio Ambiente de la provincia.
Aunque preocupa, el problema es tratado con prudencia. Cuando ocurren fenómenos de este tipo y no se toman los recaudos necesarios, las sociedades corren el riego de entrar en una sicosis colectiva, más cuando se trata de localidades pequeñas donde juega un papel clave la proximidad de las relaciones sociales entre vecinos. Desde el primer momento las instituciones locales coincidieron en la necesidad de no alarmar a la sociedad y trabajar el tema en forma conjunta.
Pujato y el PCB
Hace unos meses ocurrió algo similar en Pujato y la primera reacción del grupo de vecinos que se movilizó fue buscar las causas de las muertes oncológicas en una posible contaminación ambiental producida por la pérdida de un transformador eléctrico con PCB, una sustancia altamente tóxica para la salud.
Sin embargo los estudios bioquímicos realizados en la Universidad del Litoral y un laboratorio privado descartaron esa probabilidad, aunque todavía hay vecinos que desconfían de esas pruebas debido a que algunos dicen que se trató con ligereza el tema. En una revista local incluso se publicó un análisis donde se revelaba la presencia de PCB en los mismos transformadores cuyos resultados habían sido negativos, aunque el trabajo, supuestamente encargado por un grupo de vecinos, no consignaba el lugar ni el nombre de laboratorio.
En Chabás, pese que no se descarta ninguna posibilidad sobre causas del mal, el tema es abordado con cautela para evitar una sicosis social. No obstante se analizará la calidad del agua y las sustancias que contienen transformadores eléctricos para tranquilidad de la población.
La Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec) local valoró "que la gente exteriorice sus inquietudes", aunque remarcó la necesidad de no manejarse por impulsos. "Este tema merece ser tratado con prudencia para no generar alarma transmitiendo opiniones individuales desde los subjetivo", dijo en el periódico local Millénnium la presidenta de la institución, Mirta Martínez. El presidente comunal, Osvaldo Salomón, rescató la necesidad de seguir trabajando "conjuntamente entre la comuna, instituciones, profesionales, vecinos y expertos ya que es fundamental el aporte de la ciencia".
Según una estadística realizada por la filial chabasense de Lalcec, desde 1996 a la fecha murieron en esta localidad unas 52 personas a raíz de enfermedades oncológicas, lo cual significa un promedio anual de casi ocho muertes. El censo refleja sólo las bajas de pacientes que concurrieron a Lalcec. Las causas fueron múltiples y están relacionadas con la mala alimentación, sobrepeso, tabaquismo, alcoholismo, falta de higiene en el comportamiento sexual, estrés, exposición solar y contaminación ambiental.