Año CXXXVI
 Nº 49.789
Rosario,
sábado  22 de
marzo de 2003
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Lavagna insistió que no habrá bonos compulsivos
El gobierno define la apertura del corralón la próxima semana
El ministro de Economía anunció el rescate de todas las cuasimonedas provinciales. Sólo quedarán los Lecops

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, descartó ayer la posibilidad de entregar un bono compulsivo para compensar a los ahorristas atrapados en el corralón financiero, pero no especificó cómo se reintegrará el dinero de los depositantes. De todos modos, aseguró que la próxima semana el gobierno tomará una decisión al respecto.
Apremiado por la salida de su vuelo hacia Roma, el ministro se apuró a dar más detalles sobre las medidas que el gobierno implementará en relación al rescate de las cuasimonedas y la apertura del corralón financiero.
"Se está avanzando en los dos grandes capítulos, que a mi juicio son el rescate de las cuasimonedas y la apertura del corralón", apuntó el titular de la cartera de Hacienda.
"Los trabajos están terminados pero recién la semana que viene vamos a tomar una decisión", indicó el ministro en cuanto a la liberalización de los depósitos reprogramados, aunque sí adelantó que "no habrá bono compulsivo" para compensar a los ahorristas, con lo que desmintió versiones que daban cuenta de esta posibilidad.
Lavagna anticipó que "no habrá bono compulsivo por la diferencia" entre la devolución de los depósitos reprogramados (a 1,40 peso más CER) y el valor del dólar en el mercado. La posibilidad de abrir el corralón antes del próximo 25 de mayo surgió esta semana y abrió gran expectativa entre los ahorristas que tienen dinero atrapado en el sistema financiero, muchos de ellos con recursos judiciales.
El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, confirmó que "ayer (por el miércoles) comenzó a estudiarse la posibilidad de un primer borrador que vaya en dirección a una apertura gradual del corralón".
Al respecto, sostuvo que "sobre la reunión de ayer (por anteayer) se tejieron muchas versiones y, en realidad, sirvió también para pasar revista a la aprobación por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de las metas fiscales, monetarias y cambiarias que, como saben, han sido sobrecumplidas".
Los mecanismos que circularon en las últimas horas serían que mientras a algunos ahorristas se les ofrecería la devolución inmediata de los depósitos pesificados, a otros se los invitaría a desprogramarlos bajo la condición de que acepten mantener ese dinero en un nuevo plazo fijo en la misma entidad.
El ministro sólo se encargó de desmentir las versiones que señalaban que las operaciones irían acompañadas por un Boden a diez años en dólares, por la diferencia entre el dólar libre y 1,40 peso más CER.
La oferta inmediata sería para aquellos depositantes que al momento de su conversión en pesos alcanzaban los 42 mil pesos (30 mil dólares en su origen). Desde ese piso en adelante se ofrecería el segundo mecanismo, donde los plazos para permanecer en los bancos iría de tres a nueve meses.

Sólo quedarán los Lecops
Por otra parte, Lavagna indicó que el rescate de cuasimonedas abarcará a la totalidad de los bonos provinciales, por un total de 4.500 millones de pesos. "Vamos a rescatar todas las cuasimonedas provinciales, incluídos los patacones", indicó el jefe de la cartera de Hacienda.
En el país circulan unos 7.500 millones de pesos en bonos, de los cuales, 3.500 millones corresponden a los Lecop emitidos por la Nación y no incluidos en el rescate; 2.500 millones en patacones, y 500 millones en Lecor.
Los 1.000 millones restantes se reparten entre las provincias en las cuales se dará comienzo el rescate, que alcanzará, según lo anunciado, a los Bocanfor (Formosa), Quebracho (Chaco), Federal (Entre Ríos), Bocade (Tucumán), Cecacor (Corrientes), Bono Público (Catamarca) y Petrom (Mendoza).
La selección de las provincias se hizo para beneficiar primero a aquellas en las cuales las cuasimonedas están fuertemente devaluadas.
Para el rescate de estas cuasimonedas el ministro destinará parte del superávit fiscal del primer trimestre que alcanzaría los 1.800 millones de pesos, 300 millones más que lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lavagna hizo hincapié en la necesidad de participar de la Asamblea del BID más allá de los inconvenientes que se desencadenaron a causa de la guerra entre Estados Unidos e Irak.


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