El ministro de la Producción, Aníbal Fernández, admitió ayer que, de acuerdo a "la dispersión" que están mostrando las encuestas, "tendríamos una segunda vuelta inexorable" en las elecciones del 27 de abril próximo. Paralelamente, el jefe del Estado, Eduardo Duhalde, volvió a cargar contra su eterno rival, el candidato presidencial Carlos Menem, al calificar de "perverso" al modelo económico que sustentó el ex mandatario durante la década del 90.
Si bien aclaró "no ser un mirador (sic) oficial de las encuestas", Fernández admitió que "por la dispersión pareciera que no hay ventajas lo suficientemente importantes" a favor de ningún candidato "para cumplir con lo que dice la Constitución", que para imponerse en primera vuelta "establece un piso del 45 por ciento de los votos, o un 40% y una diferencia mayor de 10 puntos" del ganador respecto al segundo postulante más votado.
Fue entonces cuando el funcionario reconoció: "Tendríamos una segunda vuelta inexorable". Y, pese a recordar que "eso nunca sucedió" en la historia argentina, evaluó que "estamos ante una elección general atípica", porque en lugar de renovarse cargos como legisladores y ejecutivos provinciales y municipales, como suele ocurrir, "aquí solamente corre" la fórmula presidencial.
Fernández destacó, además, "el contundente apoyo" que el peronismo bonaerense le expresó el jueves al delfín oficialista, el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, quien reunió a los 2 mil candidatos a legisladores e intendentes del duhaldismo en un acto que se realizó en La Plata.
Por su parte, Duhalde sostuvo que "todos los argentinos, mas allá de lo que pensemos políticamente, debemos apoyar a las nuevas autoridades que sean electas" el 27 de abril.
El jefe del Estado también insistió en que el modelo económico que imperó en la década del 90 fue "perverso" y, en esa línea de pensamiento, resaltó que "su derrumbe sumió en una pobreza tremenda a loas argentinos".
"Nunca un paso atrás, porque atrás está la angustia y un modelo que empobreció a su gente", arengó Duhalde al hablar durante el acto de inauguración de la plaza Aviación del Ejército, en el municipio de Malvinas Argentinas. Y sentenció: "Avanzar, avanzar y avanzar... Ese es el destino del país".
Asimismo, Duhalde reiteró que su gobierno "estabilizó" la economía y subrayó que "se terminó la recesión, volvemos a crecer y dejamos sentadas bases sólidas" para la recuperación.
Al reforzar su embestida contra Menem, el mandatario recordó que "estaba todo paralizado, hasta palillos (para los dientes) venían del extranjero; peor los productos agropecuarios, que llegaban desde Asia o Europa".
"Por eso digo que, cada vez que consumíamos un producto de afuera, le estábamos quitando una hora de trabajo a un trabajador y a un empresario argentino", aseveró Duhalde, quien agregó: "Por culpa de esas políticas, que esperamos no vuelvan más, nos fuimos fundiendo".
Por último, el presidente dijo que su equipo de ministros será recordado "como un gabinete muy patriótico", al resaltar que en su gobierno se terminaron "todas esas historias de corrupción o frivolidades".
"Hemos trabajado y vamos a seguir haciéndolo con todas nuestras fuerzas hasta entregar el mando al nuevo presidente. Creo que van a pasar los años y mi equipo será recordado como un gabinete muy patriótico", sentenció Duhalde.
En tanto, desde la vereda opositora, la candidata presidencial por el ARI, la diputada nacional Elisa Carrió, coincidió con Fernández en la seguridad de que habrá un ballottage. Aunque puso en duda que el próximo jefe del Estado asuma el 25 de mayo.
Lilita justificó esta preocupación en que si el resultado de la segunda vuelta (prevista para el 18 de mayo) es muy ajustado, no habrá tiempo de realizar el escrutinio y así se imposibilitará la asunción del nuevo gobierno.
Complejo proceso
Lo cierto es que Carrió estimó que el proceso electoral será "complejo" y vaticinó resultado muy parejos en la segunda vuelta, lo que "hará al recuento de votos sumamente difícil".
"Está claro que es muy difícil que exista un nuevo presidente el 25 de mayo, con una ballottage disputado, porque una semana antes no termina el escrutinio. Y si la segunda vuelta es muy pareja, no hay tiempo para cerrar el proceso electoral", concluyó la líder del ARI.
La Ciudad
