Miami. - ¿Cuánto y hasta cuándo? Con la televisación de la guerra en Irak a plena marcha, la gran pregunta que se hacen ahora las cadenas estadounidenses es dónde está el límite del nuevo "show bélico" que ofrecen a toda la nación. El ataque iniciado en la noche del miércoles marcó una nueva etapa en la programación. Hasta el miércoles, hubo en cadenas como la conservadora Fox que difundían su furia contra todo lo que recordara a Francia, una ominosa cuenta regresiva en la pantalla y cierta impaciencia por que comenzaran los bombardeos.
Conexiones con Londres informaban con cierta regularidad de la lucha del primer británico, Tony Blair, por convencer a su partido en el Parlamento. Casi no hubo imágenes del otro aliado de primera hora de Washington, el presidente del gobierno español, José María Aznar. Los soldados mostraban sus amuletos -el oso de peluche fue el favorito, por sobre la foto de la novia o esposa-, y voces críticas como la del actor Martin Sheen eran ridiculizadas. "Las bombas inteligentes serán capaces de cumplir su objetivo sin destruir un montón de civiles en el proceso", analizó Fox, que desplazó en los últimos tiempos a CNN como cadena de información contínua.
Pero desde la noche del miércoles dominan las imágenes de misiles surcando una pantalla, mapas o gráficos del teatro de operaciones y conexiones en directo con periodistas que a veces visten máscaras antigás y trajes especiales.
El deporte se retrasa
La guerra es lo único que importa para la televisión hoy. La CBS y la ESPN analizaron retrasar la retransmisión del torneo de baloncesto universitario que comenzó ayer, los resultados del programa "American Idol" pueden ser demorados hasta la semana próxima, y la ceremonia de los Oscar no podrá ser ajena a la guerra.
A diferencia de hace doce años, cuando CNN tuvo el monopolio de la imagen, esta vez las cadenas televisando la guerra son varias: Fox, MSNBC y las "tres grandes", ABC, CBS y NBC, sin olvidar las imágenes que podrá captar la cadena árabe Al-Yazira y otras internacionales de relevancia como la BBC.
Pero los ejecutivos de la televisión ya están buscando respuesta a la pregunta "cuánto y hasta cuándo". Así como la ABC se anotó un tanto ofreciendo una programación de guerra ya en la noche del lunes, ahora nadie quiere pasarse de la raya y comenzar a aburrir a sus televidentes. "Podríamos llegar a ver las tropas estadounidenses entrando a Bagdad en un par de días", aventura el presidente de CBS News, Andrew Heyward. El escenario sería ideal para todas las cadenas: guerra corta, igual a menos gastos. La experiencia de los atentados del 11 de septiembre, cuando durante varios días no hubo publicidad ni otra cosa que información, le sirve de experiencia a quiénes deben decidir el momento de volver a la "normalidad".
Pero mientras la guerra dure, habrá "show mediático". Por un lado, la tecnología se perfila como vital. "El gigantesco salto tecnológico -tanto militar como mediático- permitirá, según los expertos, cambiar el modo en que se lucha y se cubre esta guerra. Sean bombas inteligentes o computadoras más rápidas, esto no será de ninguna manera como en 1991", analiza USA Today.
Pero otros advierten que la tecnología es un arma de doble filo. Según Mark Whittaker, editor de la revista Newsweek, puede permitir una victoria militar rápida con menores pérdidas de vidas. "Pero el peligro es comenzar a pensar que lo que se ve es sólo un videojuego. Podría no suceder, pero también podría darse que tengamos un conflicto que nos recuerde que la guerra es el verdadero infierno". (DPA)