| | cartas El rostro de Bush
| En mi entrenamiento como terapeuta familiar, aprendí que el ser humano "dice" más con el rostro y el movimiento de su cuerpo que con el discurso hablado. Desde que los medios de comunicación mostraron al nuevo presidente de EEUU, comencé a observar el rostro y la paradoja comunicacional que generaba su mensaje digital o verbal. En un intento de comprensión de su estado particular, recurrí a la descripción de T.D. Kemper acerca de las emociones básicas o primarias: miedo, bronca, depresión y satisfacción, que aparecen mezcladas en su rostro. La expresión facial de la parte superior es la que más delata la mezcla emocional del que miente o se miente a sí mismo. A nadie se le escapa la notable diferencia expresiva de los músculos altos o bajos en el rostro de Bush, reforzada por una mirada, que confunde al que escucha su discurso. Intento tomar distancia y comprender el modelo de pensamiento de quienes participan en esta o en cualquier guerra, pero ningún conocimiento me alcanza a explicar algo distinto al sentimiento de "fracaso" de una sociedad que aborta su proceso de "con-vivencia" lógica. Al margen del contexto de los sucesos, mi corazón late indignado al ver las imágenes de niños sufrientes por el escenario que armamos los adultos de un siglo "des-inteligente". Mirta Guelman de Javkin
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|