Villa Gobernador Gálvez. - "Para nosotros hubiera sido más fácil agrandar la villa y no ser gente honesta que pretende tener su techo propio dignamente", explicaron los vecinos de unos cinco loteos de esta ciudad que aún no alcanzaron el rango de urbanizaciones. Hace unos años compraron terrenos con la promesa de que el lugar se convertiría en un barrio, pero algunos ni figuran como tales. Entre los reclamos existe un caso excepcional, uno de los predios estuvo a punto de ser ejecutado como garantía.
Con una espada de Damocles sobre su cabeza, los vecinos dejaron de pagar desde que detectaron lo que califican como irregularidades. "Los barrios no existen, no están inscriptos en el catastro provincial, queremos que se encuentre la punta del ovillo de todo esto, que se termine con los acomodos y nos dejen vivir tranquilos", clamaron quienes aspiran a ser considerados como propietarios del lugar cuyas cuotas pagan con mucho esfuerzo.
"El hecho de no estar inscripto en el catastro provincial no es un detalle menor ya que esa es la única vía para acceder a la escritura, pero el trámite no se puede cumplimentar a pesar de que en algunos casos ya se pagó el 25 por ciento del inmueble requerido por ley", explicaron.
Además, dijeron que el costo de los terrenos fueron multiplicados por cuatro o cinco a la hora de la venta, de modo que lotes por los que pagaron 15 mil pesos, por tasación no superan los cuatro mil.
Los vecinos que compraron los terrenos como el primer paso hacia su propio techo, explicaron que están cansados de golpear puertas y enviar notas reclamando ante las autoridades locales. "Las puertas siempre están cerradas, nunca hay una solución para nosotros", comentaron.
Además remarcaron que las irregularidades en la urbanización afectan el bien más preciado, como es la casa propia que aseguran estar levantando con mucho esfuerzo.
La urbanización es la inversión que están obligados a realizar quienes venden terrenos, teniendo en cuenta que es uno de los negocios más rentables, explicaron. Además, acotaron que según las ordenanzas, los propietarios que deciden lotear deben cumplir con las condiciones que rigen para la división y urbanización de tierras. Los loteos deben ir acompañados de apertura de calles públicas, desagües pluviales, luz eléctrica, pavimento y alumbrado de calles y forestación, entre otros requisitos.
Manuel García, delegado del barrio Miniello Tassone, dijo que los problemas quedaron al descubierto cuando buscaron obtener una rebaja en las cuotas. "Se nos hacía difícil cumplir por la crisis económica", explicó. También explicaron que cuando buscaron información el dueño de los terrenos dijo que la urbanización era asentar el plano en el Registro de la Propiedad, pero la ordenanza dice otra cosa", argumentaron para concluir que "no existimos como barrio".
Según García, a pesar de que el loteo se realizó en 1993, la urbanización que anunciaban los folletos de venta nunca llegó para los terrenos por los cuales pagan cuotas de 150, 180 y hasta 200 pesos. Con distintos matices los vecinos de los barrios Ombú, Nono Luis y Vicente expusieron sus problemáticas en igual sentido.
Barrio embargado
Los vecinos del barrio Vicente dijeron que el lugar estaba embargado cuando compraron los terrenos en 1998 con anuncios de urbanización, sin ser avisados del problema. "Hoy sólo tenemos luz y agua pero no existe ni el alumbrado público". El lugar no se encuentra registrado a nivel provincial ni municipal. "Cómo puede ser que nadie sepa nada de semejante loteo de 60 viviendas", comentaron. Acotaron que ya estaba designado el martillero y cuando llegó para el reconocimiento del lugar se encontró con un barrio.
Estamos solos
"Para tener su techo propio una persona puede hacer cualquier cosa. Si no se toma una solución puede llegar a ocurrir una locura. No queremos eso, queremos pagar como corresponde pero con una cuota razonable y que se cumpla con las urbanizaciones", explicaron los vecinos y acotaron que les resulta muy difícil encontrar un letrado que los represente.