Año CXXXVI
 Nº 49.788
Rosario,
viernes  21 de
marzo de 2003
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Punto de vista: El Oscar como un breve respiro

Fernando Toloza / La Capital

La sensación de que todo puede pasar opacará este año la nueva edición de los Oscar. Hollywood ha sobrevivido a otras guerras, aunque esta vez el tema es si el mundo -y no sólo el reducto de la fantasía- sobrevivirá, por más que a nadie le guste pensar en el fin de los días. Frente a tanta opresión de la realidad, parece un hecho que ganará el musical "Chicago", una forma de distraer la atención, aunque si se lo mira más a fondo, el filme tiene lo suyo de crítica a una sociedad que manipula la información y crea, con extremada facilidad, grandes monstruos y grandes paladines.
Aunque las alusiones a la guerra serán controladas en la ceremonia (aún está en duda su realización), la sola nominación de algunas películas pondrán el tema sobre el tapete. Se puede pensar, por ejemplo, en el documental "Bowling for Columbine", de Michael Moore, nominado en esa categoría. La película es una investigación notable sobre la violencia en los Estados Unidos y revela los resortes de una sociedad que ha apoyado en los últimos días la conflagración (pasó de un cincuenta por ciento a más de un setenta por ciento de adhesión).
Los presentadores se las verán en figurillas. Más aún si asiste el voluminoso Moore, un director al que le gusta poner el cuerpo en lo que hace y fue capaz de perseguir a Charlton Heston, en su calidad de presidente de la Sociedad del Rifle, para que testimonie, a disgusto, en su documental.
Otros, como Will Smith, han anunciado que no irán, porque se le revuelven las tripas, aunque, por supuesto, lo han dicho con más delicadeza.
La consigna de que el show debe seguir siempre ha sido criticada. Y muchas veces con razón, pero también hay que pensar que es una tortura vivir las 24 horas pensando en un fin inminente. Hace mal a la salud y quita experiencia. Por eso es bueno asomarse a otro mundo, en este caso el del cine, aunque sólo sea por un rato, y con la conciencia de que la industria de las películas a veces está cerca de la industria de las bombas, no obstante haya muchos realizadores que se plantan en la otra vereda y hacen soñar con un mundo más justo.


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