Año CXXXVI
 Nº 49.788
Rosario,
viernes  21 de
marzo de 2003
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Procesado por matar en defensa propia en una pelea
Un juez consideró como atenuante la escasa instrucción del acusado y el hecho de ser atacado

El expediente se cierra con una impresión del pulgar del imputado: José Félix Villavicencio. El hombre es analfabeto y su baja instrucción fue uno de los elementos que el juez tuvo en cuenta como atenuante del homicidio que cometió el día de su cumpleaños, el 9 de febrero último, cuando acuchilló a un vecino que lo golpeó con un cable grueso. "No lo quise matar. Me defendí con el cuchillo y me perdí. Nunca pensé que iba a pasar algo así", dijo cuando superó la borrachera que tenía al cometer el crimen. Lo procesaron por homicidio con exceso en la legítima defensa y quedó en libertad.
El incidente ocurrió en Carrasco y Felipe Moré. Ese día Villavicencio cumplía 71 años y decidió festejarlos con un asado al mediodía en la casa de un amigo. En el medio de la reunión, y cuando ya el hombre estaba pasado de copas, llegó al lugar un chico que tuvo un altercado menor con "Don Villa". El chico volvió a su casa y le contó a su padre, Ricardo Riquelme, de 42 años, que Villa le había pegado, por lo que éste se fue a buscarlo para reprocharle su actitud.
El dueño de casa le aclaró a Riquelme que Villavicencio estaba borracho y que sólo había querido hacerle una broma al menor. Y por las dudas le dijo que si quería saldar cuentas, lo hiciera afuera. Riquelme se quedó esperando en la vereda. Cuando Villavicencio se retiró del lugar en su bicicleta, lo empujó y empezó a pegarle con cables gruesos, según la resolución judicial.
El hombre respondió a cuchilladas. Asestó dos puñaladas en la zona clavicular de Riquelme y le provocó un corte en el rostro. El herido fue trasladado por sus familiares al hospital mientras su hermano se subía a un patrullero para buscar al homicida, que trabajaba como sereno en la embotelladora de Coca Cola de Provincias Unidas y Casilda. Allí lo encontraron, con manchas de sangre en la ropa y el cuchillo en la cintura.
Tenía un hematoma en el antebrazo derecho y un corte en la muñeca izquierda, producto de haber atajado con los brazos los azotes que su contrincante le provocó con los cables. Riquelme, de 42 años, murió al día siguiente en el Hospital de Emergencias.
El juez Adolfo Prunotto Laborde evaluó que Villavicencio se defendió con un medio excesivo de una agresión ilegítima: "Muchas personas de escasos recursos y cultura exageran sus conflictos no pudiendo canalizar los mismos por otra vía que no sea la violencia", señaló. Para Prunotto, la víctima intentó hacer justicia por mano propia aprovechándose de la "superioridad de sus 42 años frente a los 71 del imputado", por un altercado que podía saldarse con una "simple recriminación".


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