Año CXXXVI
 Nº 49.786
Rosario,
miércoles  19 de
marzo de 2003
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Hacia la guerra. La operación ya tiene nombre: "Libertad Iraquí"
Un ataque masivo para ganar en 4 días
A diferencia del plan de Powell en 1991, ahora el bombardeo aéreo y el avance terrestre serán simultáneos

Doha y Dubai. - El plan de ataque anglo-estadounidense es básicamente una guerra relámpago con dos componentes. Una ofensiva frontal, aérea y terrestre, sobre Bassora y Bagdad y otras ciudades y acciones de comandos y paracaidistas en el norte y noroeste del país contra presuntas concentraciones de armas químicas y para proteger los pozos petrolíferos.
Todo empezará de noche y sin previo aviso. De 500 a 800 misiles de crucero Tomahawk serán lanzados desde unas treinta naves que surcan el golfo Pérsico, el mar Rojo y el Mediterráneo, así como de alrededor de mil aviones que partirán de bases ubicadas en países de la región. Estos aviones lanzarán 1.500 a 2.000 bombas de las que se cree el 75% serán de la nueva generación "inteligente" guiada por satélite.
El objetivo psicológico es paralizar de terror a las fuerzas armadas iraquíes y dejarlas sin comunicaciones ni comando. Los blancos obvios se ubican en Bagdad, Bassora y Tikrit, la ciudad del clan Hussein. Esta etapa durará no más de tres días.
Pero al mismo tiempo las fuerzas de tierra se pondrán en movimiento, desde la frontera kuwaití hacia las ciudades iraquíes. Estas fuerzas buscarán ocupar Bassora, y, subiendo por la Mesopotamia, Bagdad. Al mismo tiempo, comandos actuarán (partirán posiblemente de Arabia Saudita, aunque ésta lo negará) en el norte del país y el oeste, en busca de asegurar pozos de petróleo y destruir probales depósitos de armas químicas y biológicas.
Este plan marca diferencias abismales con el utilizado en 1991 por Colin Powell (40 días de bombardeos aéreos y recién luego un masivo ataque terrestre que duró 100 horas). El nuevo plan es la llamada doctrina Rumsfeld, el actual secretario de Defensa. Esta línea da prioridad a la velocidad del ataque y a las acciones dirigidas a hundir las líneas enemigas rápidamente, por eso pesan más las fuerzas especiales hoy que en el 91.
De los 285.000 militares de la coalición ubicados en Kuwait, se estima que dos tercios participarán en el primer asalto, con varios cientos de tanques Abrams, blindados para infantería Bradley, helicópteros artillados Apache y de traslado de tropas Black Hawk.
Trascendió que los británicos tendrán el mando del ataque sobre la meridional Bassora, una ciudad shiíta. Como es una zona rodeada de espejos de agua, los ingenieros militares deberán construir, en sólo dos horas, puentes para los tanques Abrams y sus hermanos británicos Challenger, monstruos de 70 toneladas. Pero otros aliados también irán en primera línea: 2.000 australianos y 200 polacos.
La fuerza principal avanzará a lo largo del valle del Eúfrates, tomando ciudades secundarias, hasta llegar a Bagdad. El fin debería llegar en un plazo corto: de 4 a 10 días, según trasciende desde las entrañas del mando central en Doha. El costo de esta operación llegaría a los 100.000 millones de dólares.
Aún está en duda el llamado frente norte, abierto desde Turquía. En 30 barcos de transporte aguardan los hombres de la 4ª división de infantería. Y varias unidades en Kuwait no están al completo. Pero esto no cambia la doctrina táctica llamada "rolling start" por los norteamericanos. Por ejemplo, la mítica 101ª división aerotransportada cuenta con un tercio de sus efectivos de 20.000 hombres y 200 helicópteros de transporte, pero igualmente partirá al ataque. El resto de la división se unirá sobre la marcha o serán sustituidos por marines.
Contra este plan, Saddam y sus comandantes confían en que los escudos humanos y las protestas en contra de la guerra en Occidente detengan el avance militar hacia el centro de poder en Bagdad o hacia Tikrit. También creen que los batallones de la Guardia Republicana deberían resistir bien a los bombardeos aéreos ya que se camuflarían en sitios civiles y se trasladarían con vehículos comunes. El recurso a las armas químicas no está para nada descartado, y es la mayor preocupación del mando aliado.
Los expertos coinciden que lo que ocurrirá será aproximadamente como indican los trascendidos desde el centro de mando aliado. "Creo que la fase aérea y la fase terrestre del ataque comenzarán virtualmente al mismo tiempo. No habrá ninguna pausa de semanas entre las dos", comentó François Heisbourg, de la Fundación para la Investigación Estratégica, con base en París.
"Básicamente, Bagdad está al alcance de la mano. Ya tienen total superioridad aérea, ni siquiera necesitan luchar por ella", señaló por su parte el analista militar ruso Pavel Felgenhauer.


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