El Mossad (servicio de espionaje israelí) identificó al autor del atentado suicida contra la sede en Buenos Aires de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (Amia), cometido en julio de 1994 y que causó 85 muertes y decenas de heridos.
En un artículo publicado por el diario Haaretz de Tel Aviv y firmado por el periodista Zeev Schiff, un reputado experto militar señaló que el atentado fue decidido por el gobierno de Irán y realizado por Ibrahim Hassan Baro, miembro de la organización terrorista pro iraní Hezbollah, quien llegó a la Argentina pocos días antes del ataque.
La Justicia argentina, que recientemente difundió el resultado de sus investigaciones, ordenó la captura internacional de cuatro integrantes del gobierno iraní. Las conclusiones del Mossad confirmarían las sospechas de los investigadores argentinos.
La decisión de atentar contra la Amia, según la versión de Schiff, fue adoptada en agosto de 1993 en Teherán en el curso de una sesión presidida por el líder religioso iraní ayatollah Ali Khamenei, y que contó con la presencia en algunos tramos del presidente Akbar Hashemi Rafsanjani, el ministro responsable de los servicios secretos Ali Fallahian, el consejero de Khamenei para la seguridad, Muhamed Hijazi, y el ahora canciller Mohammad Velayati.
El objetivo de la reunión, según se indicó en el artículo periodístico, fue decidir la realización de un segundo gran atentado en Buenos Aires, después del ataque contra la embajada de Israel en marzo de 1992 que causó 30 muertes y 200 heridos.
"El Mossad -escribe Schiff-, cree que la decisión de producir un segundo atentado fue adoptada por Irán a causa del empeoramiento de las relaciones con Argentina en aquel período".
La responsabilidad de la operación fue asignada a Fallahian quien, a su vez, ordenó a la Unidad para las Operaciones en el Exterior de Hezbollah, comandada por Amad Amiad Maghnieh, para que la llevara a la práctica.
El Hezbollah eligió a Ibrahim Hassan Baro para la operación suicida a realizarse en Argentina. Poco antes del atentado, el kamikaze llamó telefónicamente a su familia en el Líbano para decirle que iba a reunirse con su hermano, muerto por los soldados israelíes en territorio libanés en 1989, según la versión que publicó ayer el Haaretz.
Pedido de la Cancillería
La Cancillería argentina solicitó ayer al gobierno de Israel que aporte pruebas de la acusación que hizo sobre los presuntos autores de los ataques perpetrados en el país, al cumplirse el undécimo aniversario del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires.
El Ministerio de Relaciones Exteriores argentino pidió a Israel que "acerque los elementos probatorios que tiene" para entregarlos a la Justicia, según dijo ayer el titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), Miguel Angel Toma.
Con estos elementos, se podrán "adoptar las medidas que correspondan frente al esclarecimiento de dos hechos que realmente han tomado a la Argentina como blanco de acciones más que terroristas, genocidas", aseveró Toma.
En un documento que fue leído anteayer durante el acto por el aniversario del atentado a la embajada israelí, el canciller de ese país, Silvan Shalom, afirmó que "hoy, la incógnita queda resuelta e Israel tiene claro que el Hezbollah, por medio de su órgano de ejecución de atentados en el extranjero, encabezado por Imad Mugniyah, fue el autor del atentado".
"Conociendo las características de la actividad de dicha organización terrorista y, según información adicional que obra en nuestro poder, sabemos que Irán, incluidos los rangos superiores de su gobierno, estuvo al tanto de la programación y autorizó su ejecución", afirmó.
El embajador israelí en Argentina, Benjamín Oron, ratificó por su parte que el gobierno de su país "sabe por reciente información que llegó a sus manos, que el Hezbollah e Irán han sido responsables del atentado terrorista contra el edificio de la comunidad judía acaecido en julio de 1994". (Télam-SNI y DPA)