Héctor Méndez / La Capital
Pablo Andrés Cribioli se convirtió en el primero en formalizar una candidatura para las elecciones municipales de este año. El actual concejal radical instaló antes que nadie su nombre entre quienes aspiran a competir por la Intendencia de Rosario. "Quiero ser intendente para pelear desde el Palacio de los Leones para que la ciudad tenga autonomía municipal, porque Rosario no puede seguir dependiendo de Santa Fe", le dijo ayer a La Capital a modo de lanzamiento. A la hora de las presentaciones, Cribioli destaca la experiencia acumulada como secretario de Gobierno durante la gestión de Horacio Usandizaga, más su desempeño en el ámbito legislativo: fue diputado provincial y concejal. Con esos antecedentes, se siente maduro políticamente para suceder a Hermes Binner. "Somos hijos de un partido que siempre levantó las banderas de la autonomía municipal", señala. Refuerza la idea planteando que Rosario "o se transforma en una ciudad mediocre como consecuencia de las limitaciones presupuestarias o se produce una formidable expansión por la que tendríamos vida propia, libertad, y podríamos recaudar lo suficiente para mejorar el presupuesto y alentar la inversión privada". "Tenemos que elegir qué tipo, qué modelo, de ciudad pretendemos. Elegir qué Concejo Municipal queremos y con cuántos concejales. Qué administración deseamos para el futuro de la ciudad", puntualiza, y vuelve a la idea central: "Todo esto se resolverá únicamente si tenemos autonomía. Hay que hacer una estatuyente para que los rosarinos elijan a sus candidatos, y que éstos hagan su propia carta orgánica para que, a partir de ahí, Rosario pueda ser definitivamente una ciudad grande y desarrollada". Cribioli presentará un sublema con su candidatura a intendente, pero no descarta la posibilidad de integrar un frente "de entendimientos y acuerdos" con otras fuerzas políticas, y dice estar convencido que en las próximas elecciones "nadie llega sólo". Sabe que puede enfrentar a Usandizaga y confiesa que eso "sería un gusto", al tiempo que aprovecha para pasar una facturita: "Viví una gran experiencia junto al Vasco; aprendí muchas cosas buenas y algunas malas, que por supuesto voy a tratar de evitar si llego al cargo". De Binner sostiene que "es un hombre sumamente honesto y extraordinariamente trabajador", pero que "en algunos casos al gabinete le faltó jerarquía como para darle mayor brillo a su gestión". Cribioli exhibe un plan de diez puntos para aplicar si llega al Palacio de los Leones. Entre otras ideas, quiere crear un ente del transporte y pavimentar las calles de tierra, por lo que implica como inversión y mano de obra; así como transformar el Estado municipal "y, si es necesario, eliminar direcciones, secretarías y distintas áreas, aunque sin afectar al personal". Sobre la inseguridad advierte: "No tenemos ninguna herramienta para enfrentar el problema, salvo que logremos la autonomía y empecemos a trabajar sobre un proyecto para que el día de mañana Rosario tenga una policía municipal o regional".
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