Oscar Lehrer / La Capital
Hace escasos 15 días comenzó una nueva temporada oficial en el básquetbol de la ciudad. Desde Ovacion se apuntaba y deseaba que fuera una temporada distinta a la pasada, donde los incidentes, graves varios de ellos, fueron cosas de todos los días. Pero nos equivocamos, ya que de entrada, en la primera fecha, se produjo un grave problema que pone en peligro el futuro de una de las entidades participantes, en este caso Atalaya, que por el hecho acaecido podría sufrir una dura sanción. Además en la vecina ciudad de Arroyo Seco, en un encuentro de divisiones intermedias entre el local Unión y Atlético Fisherton, hubo incidentes en los que debió intervenir la policía para ponerle fin a tamaño despropósito. El caso de Atalaya consiste en esta ocasión en que sus jugadores Eloy Madrid y Gabriel Paradiso habrían jugado sin el carné habilitante, o mejor dicho con los que no les correspondían. Aquí también hay un error de la pareja de árbitros Celi y Grieco, quienes les permitieron jugar en esas condiciones. Pero lo más grave del caso es que hay una versión que indica que antes del encuentro todos los protagonistas estaban enterados de la situación y que un delegado de la Rosarina presente en el estadio habría dado el consentimiento para que se jugara igual. Este rumor deja muchas sospechas. Este es año de elecciones en la casa del básquetbol. ¿No habrá interés en perjudicar a alguien en particular? Esta es una manera de comenzar muy mal las cosas. Señores dirigentes, no se le puede seguir haciendo tanto daño a este deporte que tanto queremos. Por favor, mediten antes de seguir haciendo disparates de esta naturaleza.
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