"Los destrozos que cometieron fueron un mensaje dirigido al resto de los internos que tienen buena conducta. «Nosotros somos los que ponemos las condiciones dentro del penal»". Eso fue según Armando De Martín, director del Servicio Penitenciario Provincial (SP), lo que quisieron expresar los más de 1.500 presos de la cárcel de Coronda que se amotinaron desde la tarde del sábado hasta la mañana del domingo causando destrozos en el 95% de las instalaciones de la penitenciaría. Sin embargo, los representantes de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) que participaron de las negociaciones para destrabar el alzamiento discreparon ayer con el funcionario santafesino y aseguraron que "aún no están claros los motivos del motín". "Lo que si podemos afirmar es que se trata de una población carcelaria sometida a un nivel de represión y violencia muy grande", afirmó Carmen Maidagán, integrante del organismo. La tarde de ayer, De Martín brindó una conferencia de prensa en la delegación local del Ministerio de Gobierno en compañía del subsecretario de Justicia santafesino, Gustavo Vera. El funcionario indicó que "hasta ahora no se conocen los reclamos que llevaron a los presos a amotinarse". Y para argumentar su posición señaló que "recién unas horas antes del amanecer (del domingo), los internos pidieron hablar con nosotros y presentaron un petitorio con tres puntos para recluirse en sus celdas: que no haya represión, que se concrete una audiencia con el director del penal para hoy y que el documento se firme en presencia de un medio de comunicación y de la CTC". En ese orden, Maidagán comentó a La Capital que de esos puntos "hay que tener en cuenta el pedido de audiencia con el director ya que desde hace un tiempo bastante largo, los delegados de los pabellones no son atendidos en sus reclamos". Además, la dirigente recordó que "desde hace un año no hay en el penal un juez de Ejecución por lo que los presos no tienen canales de diálogo con nadie". Por su parte, De Martín desestimó que el detonante del motín haya sido la muerte de dos reclusos durante una reyerta ocurrida el viernes pasado. "Estos presos estaban alojados en el pabellón 2, de muy buena conducta, y no tienen punto de contacto con los internos del 5, del 10 y del 12 donde se originó la protesta". A su turno, Vera comentó que la escalada de violencia que se nota en los presidios, es consecuencia de "la ruptura de algunos códigos. Los detenidos de mayor edad dicen que se han roto esos códigos. La delincuencia se ha incrementado en la población de menor edad y los códigos se han ido modificando", indicó. En cuanto a los protagonistas de la revuelta, desde la CTC se aseguró que los presos alojados en los sectores de máxima seguridad "están encerrados 23 horas por día, sin tener acceso a la educación, a la práctica de cultos y a la resocialización para la cual deberían servir las cárceles". Sin embargo, De Martín negó esos dichos: "Salen al patio y además les entregamos cuadernos y libros, pero los rompen", aseguró el funcionario. La dirigente de los derechos humanos agregó que los "beneficios" que reciben los presos de buena conducta, en los que no están incluidos los internos de los pabellones 10 y 12, no son tales. "Ni la escuela, ni el trabajo puede ser beneficios. Son derechos que tienen y el Servicio Penitenciario debería otorgárselos". El motín se extendió por 18 horas y en ese lapso el presidio estuvo controlado por los presos y los daños afectaron la totalidad del mobiliario de las salas del servicio médico odontológico y la enfermería, entre otros sectores del penal.
| El penal fue literalmente arrasado por los reclusos. (Foto: Roberto Paroni) | | Ampliar Foto | | |
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