El sacerdote Héctor Faustino Pared fue condenado anoche a 24 años de prisión por abuso sexual agravado y corrupción de menores en cuatro oportunidades, mientras se lo absolvió de otra acusación por el mismo delito.
El tribunal en lo criminal Nº 3 de Quilmes, en el sur del Gran Buenos Aires, concordó en el pedido de condena que había solicitado el fiscal José María Gutiérrez, excepto en los casos de torturas, por lo cual condenó al sacerdote a 24 años de prisión y no a 25 de reclusión como había pedido el Ministerio Público.
Pared, al retirarse de los Tribunales, reiteró su inocencia y dijo que no teme a lo que pueda pasarle en prisión, porque "la gente sabe que soy inocente".
La pena para la figura de abuso sexual que prevé el Código Penal es de 20 años como máximo, pero en caso de existir agravantes, la norma autoriza a extender el castigo. En la sentencia, el tribunal tomó como agravante de la pena la "extensión del daño provocado a las víctimas y el desprecio total del condenado hacia los niños" y, como atenuante, "el hecho de que no tuviera antecedentes penales antes de estos hechos".
Cuatro casos comprobados
El tribunal dio como probados los delitos de abuso sexual y corrupción agravada en los casos de los menores L, M, Luquita y G, consideró que con éste último sí hubo acceso carnal y absolvió al sacerdote en el caso del menor R.
En el juicio, el fiscal recordó en forma detallada los testimonios de los niños, de los testigos que trabajaban o concurrían en forma habitual al Hogar Hermano Francisco, de Florencio Varela e hizo hincapié en las afirmaciones de los peritos oficiales -psicólogos y médicos forenses-.
Durante el desarrollo del juicio los peritos comprobaron los "signos orgánicos" de abusos y la personalidad del imputado que "es compatible a la de un abusador sexual". Por su parte, el abogado defensor Facundo Ferrari, en su alegato no dudó en hablar de que "los niños fueron y siguen siendo manipulados".
El defensor oficial, al igual que el fiscal, pidió procesamiento por causa separada por presuntos falsos testimonios y resaltó que en la instrucción de la causa existieron "irregularidades e incongruencias" manifiestas.
El tribunal desestimó el pedido de torturas que solicitó el fiscal Gutiérrez, quien había pedido que se incluyera este cargo durante la segunda jornada del juicio oral.
Los jueces adujeron que los daños provocados a los niños por el condenado no alcanzaban para tipificar la figura de torturas, por lo que se lo condenó sólo por abuso sexual agravado y corrupción de menores.
Héctor Faustino Pared, quien dirigía la Fundación Hermano Francisco, en la localidad bonaerense de Florencio Varela, fue denunciado en octubre de 2000 por estos delitos, pero recién se logró su detención en enero de 2001, mientras estaba en Baradero. A partir de esa fecha permaneció en prisión en una unidad carcelaria de La Plata, por lo que se presume que cumplirá su condena en el mismo lugar.
Pena ejemplar
Al salir del tribunal, el fiscal se mostró satisfecho por el fallo, al que calificó de "ejemplificante", al tiempo que resaltó "la escala penal" pedida por él "está cubierta con creces" por el tribunal.
"Esto refleja la respuesta de la Justicia a lo que necesitaba la sociedad", manifestó Gutiérrez.
En el juicio, que se inició a instancias de una denuncia del ingeniero agrónomo Julio González, se reveló que el cura abusó de al menos dos menores en las duchas del establecimiento, tras lo cual los amenazó: "Si hablás te hago pelota".
De nada valieron las denuncias realizadas por el abogado del cura, quien pidió la "la nulidad de todo lo actuado" por "irregularidades" y por supuesta "manipulación" del testimonio de los menores. (Télam y DyN)